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La Unión Europea, continuidad de la incertidumbre para 2020

26 de Diciembre 2019

Por Jorge Esqueda

Bruselas, 26 Dic (Notimex).- La Unión Europea (UE) iniciará 2020 con la certeza de que el último día de enero se quedará sin la membresía de Reino Unido, pero con la incertidumbre de una serie de cambios, ninguno al parecer positivo, que ese paso le acarreará.

En todo caso, la salida británica de ninguna manera significará la desaparición de los dolores de cabeza eurocomunitarios, que ya encontraron en Polonia a la nueva fuente de desventuras, mostrando que el entramado que ha mantenido juntos a 28 países, 27 sin Reino Unido, necesita una mejora sustancial para no seguir perdiendo miembros.

Por lo pronto, enero será crucial porque primero el Parlamento británico debe confirmar el acuerdo de salida de la UE, paso que parece de riesgo al temerse que Boris Johnson, un primer ministro con mayoría parlamentaria suficiente, presente un documento “duro”.

En ese caso, podría afectarse el periodo de transición, que incluye disposiciones de mercado y aduaneras hasta el 31 de diciembre de 2020, pero con una posibilidad de ampliación, que podría cancelarse y dificultar aún más la de por sí problemática transición.

En el centro se encuentran los efectos que la manera en que se lleve a cabo esa transición tendrán sobre el crecimiento de la UE, que luce débil para el año entrante.

En efecto, de acuerdo al último estudio de perspectivas económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), si en 2018 la zona del euro creció 1.9 por ciento, para este año se espera un retroceso de siete décimas que no sería compensado con el 1.4 por ciento previsto para 2020.

Se trata de cifras en línea con el modesto incremento económico que se espera a nivel mundial, previsto para 2020 en el 3.4 por ciento y estimado en un 3.0 por ciento para este 2019, de acuerdo al mismo FMI.

Más importante que las cifras globales son las que registre Alemania, que en el tercer trimestre de este año creció 0.1 por ciento respecto al segundo y sólo un uno por ciento anual, tras su caída de 0.2 por ciento en el segundo cuarto del año. Son cifras bajas para este país, de acuerdo con la oficina de Estadística alemana.

La Comisión Europea (CE), el órgano ejecutivo de la UE, señaló a principios de noviembre que Alemania crecerá 1.0 por ciento en 2020, un salto respecto a la estimación de 0.4 por ciento para este 2019, pero una cantidad que igualmente resulta insuficiente, más aún para empujar la economía del bloque.

En todo caso, parte de la respuesta a caer o evitar un débil crecimiento se encuentra en los problemas comerciales entre China y Estados Unidos, donde la UE o Alemania poco pueden hacer. Y sin embargo, lo intentan, como muestran las medidas de la UE ante la parálisis del órgano de disputas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que el pasado 12 de diciembre quedó paralizado por falta de jueces ante el bloqueo estadounidense para nombrar a los reemplazos.

Ante ese bloqueo, la UE propuso medidas para sancionar a los países que comercien con ella y que incumplan las reglas de la OMC, pero se estima que solo estarían aprobadas para mediados de 2020.

La sombra de incertidumbre del Brexit, prolongada por la vertiente comercial, adquiere nueva fuerza con otro intento de Escocia para separarse de Reino Unido, avivado por la salida británica de la eurocomunidad. Edimburgo no quiere saber en absoluto de ello, y así lo mostraron sus ciudadanos en la consultas popular que desató el problemático proceso de ruptura entre Londres y Bruselas.

Escocia votó en más de 60 por ciento a favor de seguir en la UE en el mismo referendo de 2016, en el cual el conjunto de Reino Unido decidió salir de la eurocomunidad. En consecuencia, tras las elecciones británicas de este mes, decidió volver a pedir para 2020 un referéndum secesionista.

En todo caso, la secesión escocesa de Reino Unido y su potencial incorporación a la UE no parece un problema inmediato como sí lo es Polonia, que de manera lenta, pero constante, se va alejando de la UE desde hace más de cuatro años.

El actual gobierno polaco ha legislado medidas de jubilación de jueces que están por aprobarse, pero que, a decir de la UE, violan la independencia del poder judicial. De continuar adelante en sus empeños al respecto, podrían venir desde Bruselas sanciones para Varsovia, en las que se incluyen todas las opciones, un asunto para ventilar en 2020 y que de seguro traerá nuevos inconvenientes para la fortaleza e integridad del bloque europeo.

-Fin de nota-

NTX/I/JEH/JGM/FJ/

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