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El área de Posgrado de la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) trabaja en el desarrollo de alimentos, a partir de la utilización de subproductos o residuos de un proceso industrial.
La docente de la unidad académica, Marcela Gaytán Martínez, detalló que estas investigaciones surgen derivado de la información que otorga la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en la que da a conocer que una tercera parte de los alimentos se pierden durante el procesamiento o la poscosecha en la industria.
Derivado de ello, la investigadora indicó que los universitarios se dieron a la tarea de contactar al sector industrial, logrando así que tres empresas guanajuatenses les donen sus residuos alimentarios para efectuar sus investigaciones.
La estudiante Sarahí Rodríguez González, del doctorado en Ciencias de los Alimentos, desarrolla “Fiber cubes, sabor a mango”, que es una barra alimenticia dividida en tres cubos, debido a que las personas en ocasiones no la comen completa.
La universitaria Daniela Flores Zavala, de la maestría en Ciencias y Tecnología de Alimentos, elabora las gomitas de mango “Gomi Gamix”, que busca evitar la obesidad en los niños, pues es una golosina alta en fibra.
Carlos Vladimir López Rodríguez, de la misma maestría, crea “Coffies”, galletas de fibra de café, que están libres de azúcares y con alto contenido de fibra.
Gaytán Martínez refirió que los estudiantes de posgrado tienen que desarrollar y probar el efecto de sus productos en cuestión de salud, con el fin de mejorarlos y perfeccionarlos si es el caso, para lo cual cuentan con un año más.
“El desarrollo de estos alimentos es derivado del sector industrial, es decir, de los residuos que surgen de los procesos industriales. Ahora con los proyectos que se tienen se va a trabajar en su mejoramiento para que aporte nutrimentos, principalmente que sean altos en fibra y bajos en calorías”, explicó la docente.
Puntualizó que la idea es que una vez concluidos, los productos sean ofrecidos a las mismas empresas y se les demostraría que pueden desarrollar nuevas mercancías, sin que les implique un costo de procesamiento, pues con lo que pagan para que se lleven sus desechos, pueden generar nuevos alimentos.
