Por Juan Medina
EL ESPINAR, España, 15 sep (Reuters) – El anillo de boda que su padre llevaba hace 84 años, cuando fue asesinado por el ejército nacional de Francisco Franco, sirvió para que Rosa María Insúa tuviese por fin la certeza del lugar en el que su progenitor había sido enterrado: una fosa común en El Espinar, Segovia, a pocos kilómetros de Madrid.
Esta mujer de 84 años recibió la semana pasada entre lágrimas la alianza, descubierta por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y con la que se pudo confirmar dónde fue sepultado Eugenio Juan Insúa, un misterio que su familia llevaba décadas intentando averiguar.
Todavía hay más de 110.000 personas desaparecidas desde que terminó la Guerra Civil (1936-39) y la dictadura de Franco (1975), dos episodios que siguen generando mucha polarización y debate en España.
El Gobierno, una coalición de izquierdas formada por el PSOE y Unidas Podemos, aprobó el martes un proyecto de ley de “Memoria Democrática” que prevé la exhumación, financiada por el Estado, de los cuerpos de las víctimas de la guerra y la dictadura. La meta es que familias como los Insúa puedan enterrar a sus seres queridos o reclamar pensiones estatales.
“Qué alegría, siempre pensamos que estaba aquí, pero esto nos da mucha certeza”, dijo Rosa María, que agradeció a los técnicos de la ARMH que encontrasen el anillo con la fecha de la boda de sus padres (1-6-1931) en una fosa común de la localidad segoviana de El Espinar, 65 kilómetros al noroeste de Madrid.
“He estado algo débil últimamente. Los años están pasando y me haría muy feliz que todo esto se resolviese en paz”, indicó a Reuters.
Su padre, Eugenio Juan Insúa, fue asesinado en julio de 1936 a la edad de 29 años junto a otros 16 partidarios del Gobierno de la República, pocos días después de que estallase la guerra.
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MUCHO TRABAJO POR HACER
“Espero que el cadáver sea genéticamente identificado para que su familia pueda incinerarlo donde ellos quieran y no donde decidieron sus asesinos”, indicó el vicepresidente de la ARMH, Marco González.
Por su parte, el presidente de la asociación, Emilio Silva, apuntó que todavía queda mucho trabajo por hacer en España.
“Estamos hablando de una gota en el océano. Hay 114.226 personas desaparecidas y somos una asociación que está tratando de resolver una pequeña parte de este problema sin ninguna ayuda pública”, dijo.
El Gobierno ha tomado una serie de medidas para eliminar de la esfera pública todo símbolo relacionado con la dictadura franquista, incluyendo la exhumación —el año pasado— de los restos del dictador del Valle de los Caídos.
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(Información adicional de Belén Carreño y Emma Pinedo; escrito por Andrei Khalip; editado por Alexandra Hudson; traducción de Jorge Martínez)