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Los orígenes de la tradición del Día de Muertos, viene desde la época prehispánica. Se consideraba como el viaje al reino de los muertos, el cual duraba cuatro días. Para los indígenas la muerte no tenía la connotación religiosa del infierno y paraíso. Tras la conquista, la divulgación del cristianismo, da lugar a una mezcla de creencias entre antiguo y el nuevo mundo. Y así, surgen las tradiciones de los muertos entre ceremonias, procesiones y bendiciones de los restos mortales del ser querido, además de acompañarse de reliquias. La armonía entre las costumbres españolas e indígenas dieron originó al Día de Muertos, el cual tiene diversas evocaciones según el pueblo indígena que la practique. Los festejo del Día de Muertos, se inician el 28 de octubre se destinan a los muertos con violencia; el 30 y 31 de octubre son días dedicados a los niños que murieron sin haber sido bautizados; el 1 de noviembre, es el Día de Todos los Santos, los de vida ejemplar y niños; mientras que el día 2, es el Día de los Muertos. Así, en este contexto, el municipio de Tolimán muestra con orgullo su tradicional Altar de Muertos, mismo que se colocó en la Universidad Anáhuac. Se inició con una ceremonia espiritual, donde se explicó el ritual que se acostumbra, el significado de cada acto y elementos que componen el altar de muertos. Se complementó con cantos típicos para recordar a los fieles difuntos. Y finalizó con un grupo de danzantes originarios de este municipio para conmemorar a los que ya no están en este mundo.