HONG KONG, 2 ago (Reuters) – Siete profesionales sanitarios chinos llegaron a Hong Kong el domingo, los primeros miembros de un equipo de 60 personas que llevará a cabo una amplia campaña de pruebas de COVID-19 en el territorio, que está tratando de detener una tercera ola de contagios.
La campaña supondrá la primera vez que las autoridades sanitarias de la China continental ayudan a Hong Kong en su lucha para controlar la epidemia.
La ciudad ha registrado unos 3.500 casos de coronavirus y 34 muertes desde enero, cifra muy inferior a la de muchos otros centros metropolitanos mundiales. Pero el aumento diario de las infecciones ha sido de tres dígitos durante cada uno de los últimos 12 días.
Los miembros del equipo de pruebas, coordinados por el Gobierno chino, provienen en su mayoría de los hospitales públicos de la provincia de Guangdong, dijo la Comisión Nacional de Salud de China.
Un grupo de representantes locales dijo el domingo que algunos hongkoneses temen que China pueda usar su presencia como una oportunidad para recolectar muestras de ADN con fines de control.
El gobierno del territorio autónomo negó las afirmaciones, diciendo que las pruebas del virus sólo se llevarían a cabo en la ciudad y que las muestras no serán transportadas al territorio continental.
En junio, ante las críticas generalizadas de los países occidentales, Pekín impuso una ley de seguridad en el territorio para hacer frente a lo que China define como secesión, subversión y conspiración con fuerzas extranjeras, que se castiga con hasta cadena perpetua.
La autonomía de Hong Kong se garantizó con arreglo a la fórmula de “un país, dos sistemas” cuando Reino Unido devolvió la ciudad a manos chinas en 1997.
La líder del gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, dijo el sábado que había pedido ayuda a Pekín debido al resurgimiento de los casos. Dijo que su Gobierno estaba estudiando si todos los habitantes de Hong Kong pueden ser examinados, informó la emisora local RTHK.
Tras el aumento de casos de coronavirus transmitidos de forma local en julio, el territorio aplicó una serie de restricciones entre las que se incluye la prohibición de reuniones de más de dos personas y el uso de mascarillas en todos los espacios públicos al aire libre.
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(Información de Farah Master; editado por Cynthia Osterman y John Stonestreet; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)