Ante los tiempos de inmediatez que viven las nuevas generaciones de cantantes de ópera en el país, quienes “están ansiosos de estar en los grandes escenarios”, el reconocido tenor mexicano, Javier Camarena, quien este domingo se presentará en la Sala Nezahualcóyotl de la UNAM, llamó a los jóvenes a recapacitar y pensar seriamente en su preparación y en el desarrollo que deben tener en la técnica y lo intelectual.
“No solamente vale tener una buena voz; hay que ser un artista, en toda la extensión de la palabra, para tener la posibilidad de ser competitivo en el ámbito internacional.
Técnica vocal, desarrollo estilístico, manejo de idiomas, estudios musicales, historia del arte… son sólo algunos de los elementos que deben conformar a un cantante completo, pues no nada más se trata de tener buena voz o de haber ganado un concurso de aficionados”, sostuvo el intérprete, quien hizo una pausa en gira por Europa para cantar en México, en el marco del 40 aniversario de la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM).
“Todavía recuerdo lo que me dijo mi primera maestra de canto en el primer día que llegue al salón de clases: Esta carrera es de resistencia, no de velocidad. El mejor mensaje que les puedo mandar a los chicos que inician en la ópera es que, más allá de creer que ya merecer estar en los más grandes escenarios del mundo, primero trabajen muy duro y aprovechen todas y cada una de las oportunidades que les ofrece nuestro país; una vez que tengan la suficiente preparación, entonces busquen salir, no antes”, dijo Javier Camarena, quien es considerado por la crítica internacional como uno de los mejores cantantes de ópera a nivel internacional.
El tenor originario de Veracruz enfatizó en que “disciplina, trabajo, esfuerzo, dedicación y entrega”, han sido la mejores herramientas para desarrollarse y trascender en el canto internacional a lo largo de 18 años de trayectoria.
“De las primeras veces que estudiaba a Rossini, yo no lo entendía y no alcanzaba a asimilar lo que estaba pidiendo el compositor. Entonces, agarraba la partitura y la aventaba en mi cuarto; después, me calmaba, la retomaba y seguía estudiando. Ese es el tipo de trabajo y dedicación que exige la música y el canto”, evocó el artista.