Para algunas compañías de juego online, las ventajas de mantenerse como empresas de capital privado compensan los beneficios de la inyección de liquidez y el incremento de capital que supone la salida a bolas a través de una IPO (Initial Public Offering); para otras, sobre todo cuando se alcanza la cifra mágica de un valor estimado aproximado de 1.000 millones de dólares, la opción de salir al parqué puede suponer el salto necesario para subir al siguiente nivel.
Si lo enfocamos desde el campo de las emociones humanas, buscar el reconocimiento una vez alcanzado un determinado nivel de éxito a través del esfuerzo y el sacrificio forma parte de la naturaleza del individuo; en los negocios funciona de forma similar: gigantes como Apple, Amazon, Google, Facebook… se mantuvieron dentro de los márgenes del capital privado hasta que su nivel de crecimiento y su valor estimado hizo que sucediera lo que parece que determina el orden natural de este mundo y dieron el salto a una oferta pública inicial para obtener recursos, rentabilizar el trabajo previo y aumentar el capital para alcanzar nuevas cotas en el desarrollo de las compañías, aunque, a veces, esto suponga someterse a una búsqueda constante de beneficios para evitar defraudar las expectativas de los inversores.
En el sector del juego, las fronteras del éxito están un poco menos definidas. Aunque un repaso a muchas de las marcas más conocidas del sector (Scientific Games, IGT, Flutter Entertainment, MGM Resorts International o Caesars Entertainment, por citar solo unas pocas de una lista inabarcable) nos llevaría a pensar que el salto a la oferta pública es el camino a seguir, nos encontramos con notables excepciones. Así, empresas como DraftKings se mantuvo dentro del terreno de lo privado hasta hace poco, y el cambio se justifica desde la fusión con SBTech. Interblock Gaming, que lleva proporcionando productos de casino desde 1989 se mantiene como un negocio estríctamente privado. NYX Gaming Group era una empresa de capital privado hasta que acuerdos de venta con compañías con una dimensión mayor los llevó a salir al mercado.
¿Es mejor evitar la salida al mercado en la industria del juego? Existen un sinfín de beneficios asociados a una salida pública a los mercados, pero una desventaja principal: la pérdida del propio destino de la marca. En el caso de que Caesars fuese una empresa de estrictamente privada, sería difícil que hubiese anunciado su intención de venta a Eldorado Resorts el verano pasado (Carl Icahn se convirtió en el principal accionista individual en unos pocos meses y jugó un papel crucial en un proyecto de venta tasado en 18.000 millones de dólares). Una de las ventajas de mantener el capital de la empresa bajo control pasa por optimizar los esfuerzos ejecutivos con el único fin de obtener un mejor comportamiento dentro del sector, y no para lanzarse a una búsqueda inmediata de los beneficios.
El deseó de obtener dividendos a corto plazo puede llevar a tomar decisiones que afecten negativamente a las estrategias a medio, ya que el impacto en los inversores y su visión de la empresa pueden precipitar derivas que no siempre resultan en la búsqueda del mejor interés desde el punto de vista del futuro de la compañía. Si nos fijamos en el caso de Playtech, una de las compañías punteras en el desarrollo de tragamonedas online, vemos que los resultados pueden ser muy volátiles para los inversores. Desde su salida a bolsa en 2006, su cotización ha oscilado ostensiblemente y esta deriva dificulta el desarrollo de un plan con una identidad propia y definido para su modelo operativo.
Por otra parte, las IPO han supuesto un salto cualitativo para compañías más pequeñas que contaban con las estructuras correctas para soportar este paso. Kambi (capital de mercado estimado de 560 millones de dólares) y GameAccount Network (capital de mercado estimado de 127 millones de libras) han visto como sus marcas ganaban en reconocimiento y se ampliaban sus posibilidades de mercado al acceder a una financiación que difícilmente habrían conseguido de otra manera. Entre los beneficios colaterales también se encuentran el incremento en la capacidad de endeudamiento que se deriva de los requisitos de transparencia que conlleva la oferta pública y la capacidad para incorporar cargos ejecutivos de élite gracias a la oferta de acciones y a opciones de stock options en sus contratos, lo que reduce el gasto salarial inmediato en líquido.