Yazmin Zaragoza
México vivirá una revolución en pagos biométricos para la segunda mitad de 2018. La huella, el rostro, la voz y el iris del ojo podrán ser utilizados por los bancos como medidas de reconocimiento para autenticar a los clientes, incluso sin el plástico de las tarjetas de crédito, débito u otro papel, dando con ello un combate frontal al robo de identidad.
Las instituciones bancarias arrancaron el año con la apuesta en el desarrollo de herramientas biométricas, aplicaciones móviles, sucursales de vanguardia y cajeros automáticos de última generación, encaminados hacia una era digital que revolucionará la manera de hacer negocios.
En la opinión de Adolfo Loera, director general de Biometría Aplicada, estamos ante la punta del iceberg en materia de biometría, entendida ésta como el conjunto de métodos y técnicas empleadas para autenticar y verificar la identidad de una persona a partir de sus características físicas.
Y es que, de enero a septiembre de 2017, según la Comisión Nacional para la protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef) se registraron 6.6 millones de reclamaciones con un impacto de 17 mil 794 millones de pesos.
De los 6.6 millones de quejas, se estima que cinco millones son imputables a un fraude, que además de los tradicionales robos de plástico, clonaciones de banda magnética, engloban la usurpación de identidad que, a pesar de crecer, ha mutado a fraude cibernético.
Ante el avance de este delito, explica, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) publicó a mediados de 2017 la ley que obliga a los bancos a que, al proporcionar un servicio, autentiquen la identidad digital de sus clientes por método biométrico.
Esto significa que todos los bancos a partir de julio de 2018, deberán contar con la infraestructura necesaria para poder generar una validación biométrica de sus clientes con el fin de poder autenticar que la persona que dice ser, es quien es, al momento de pagar o retirar dinero, pedir un préstamo o hacer una transferencia electrónica.
Afirmó que el sector bancario está muy adelantado, la mayoría ya aplicó los requerimientos que exige la ley para validar la identidad de sus clientes, y en menor medida, hay algunos bancos que ya lanzaron sus convocatorias para que las empresas especializadas hagan sus propuestas para aplicar la infraestructura biométrica en sus instalaciones.
El método biométrico que por el momento exige la ley, es principalmente la huella digital, sin embargo, los bancos también pueden solicitar una fotografía del rostro para hacer una autenticación, esto es como una selfie o algún video.
Loera dijo que la lectura del iris es la biometría más segura y más rápida, es una infraestructura muy innovadora y eso se estará viendo para este 2018.
Así será posible que una persona sin una tarjeta de crédito o débito, porque la haya olvidado, llegue al banco, y con la lectura de iris y su NIP, pueda retirar su dinero.
Sin embargo, ante el creciente uso de sistemas de identificación biométricos en el país, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos (Inai) recomendó a los usuarios ser cuidadosos con su utilización y de esta manera evitar la comisión de delitos como el robo de identidad.
El riesgo radica en que actualmente hay software comercial que sirve para el robo de información biométrica, tal como sucedió en Alemania, donde un hacker logró duplicar la huella dactilar de la ministro de defensa alemana Ursula von der Leyen por medio de unas fotografías.