Si bien autoridades de California, Estados Unidos, ordenaron a las cafeterías que debían advertir sobre el riesgo de sufrir cáncer por el consumo de café, no se ha comprobado estadísticamente que la ingesta de esta bebida sea un factor de riesgo para contraer la enfermedad.
La investigadora de la UNAM, Marta Margarita Zapata Tarrés, destacó que existen muchas hipótesis sobre el cáncer en relación a los medicamentos, medio ambiente, alimentos e incluso la radiación del celular o del microondas.
Y es que, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), después del agua, el café es la bebida más consumida en el mundo.
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que el café no causa cáncer. Estudios tras estudios han proporcionado evidencia de los beneficios para la salud del consumo de café, incluida la longevidad: los bebedores de café viven más tiempo.
Sin embargo su exceso puede generar otros trastornos que bien se pueden manejar con un consumo responsable.
El exceso daña
Ansiedad, irritabilidad, estrés, cambios en el sueño son algunas de las consecuencias que produce ingerir café en exceso, de acuerdo con un estudio realizado en la Universidad de Cambridge.
De acuerdo con el análisis, las personas que beban café en exceso (más de cuatro tazas diariamente) pueden llegar a tener severos problemas en el cuerpo, debido a que la cafeína imita un químico que adormece al cerebro llamado adenosina.
Para el cerebro, la cafeína se parece mucho a esta sustancia, que disminuye a medida que se duerme para que, de forma natural, uno se sienta más despierto por la mañana.
Por tanto, la cafeína puede engañar al cerebro al unirse a los receptores de adenosina, que pueden bloquear la acumulación de este químico, lo que en ocasiones provocará que el cerebro se active y se sienta aún más cansado de lo normal.
Es por eso que cuanto más café se beba, más se tendrá que ingerir para sobrevivir el día, por lo que al igual que con cualquier otro medicamento, hay dependencia.
Además, el estudio de la universidad advierte que beber varias tazas de café sin filtrar al día puede provocar problemas cardiacos a largo plazo y se podría contribuir a un mayor riesgo de enfermedad e insuficiencia cardíaca.
“ Cualquiera que haya bebido demasiado café sabe lo que se siente: sus manos se ponen temblorosas, se siente nervioso, y su ritmo cardíaco aumenta”, señaló la doctora de atención primaria de Mercy Personal Physicians en Lutherville, Maryland, Kathryn Boling.
Explicó que si bien los síntomas físicos de ansiedad asociados con beber demasiada cafeína pueden no causar palpitaciones cardiacas (aunque se sienta de esa manera), los efectos a largo plazo de un hábito de consumir un café pesado podrían contribuir a aumentar riesgos cardiacos.
El estudio reveló que tomar café puede modificar los estados de ánimo, por lo que el biólogo de la Universidad de Texas, Neal J. Smatresk precisó que cuando está volando alto en los efectos de su dosis doble de expresso, su cerebro señala a sus glándulas suprarrenales para producir más adrenalina, lo que se siente como una aceleración energética.
“Durante condiciones de estrés o de emergencia, los mensajes químicos elevan el ritmo y la fuerza del corazón, aumentando así la presión arterial y la entrega de más oxígeno al cerebro y otros tejidos”, agregó el científico estadounidense.
El especialista puntualizó que cuando el cuerpo produce tanta adrenalina puede causar irritabilidad, estrés y agresividad.
Otra consecuencia de beber café en exceso, revela el estudio, es la ansiedad, el estrés y la falta de sueño, debido a que la cafeína sobreestimula el sistema nervioso.
Por lo anterior, especialistas recomiendan que las personas ingieran dos tazas de café diarimente; y que quienes beben más de éstas, lo traten de minimizar lo más pronto posible para evitar daños a la salud en un futuro.í