El Frozen Zoo de San Diego, California, resguarda miles de tejidos de especies en peligro de extinción, puede que sea el último recuerdo que quede de especies que están por desaparecer, como la Vaquita Marina, o que ya no existen.
El proyecto consiste en resguardar estos vestigios y que se puedan clonar en un futuro. Hasta el momento el proyecto más ambicioso para clonar una especie es el Mamut lanudo, encabezado por científicos de Estados Unidos, la pregunta no es si lo lograrán.
Un grupo de investigadores de la UNAM encontró que 447 especies vertebradas fueron extintas en los últimos 100 años. Y el pronóstico no es bueno: en 600 años se registraron cinco extinciones masivas y ahora hablamos del inicio de la sexta, por el impacto humano en los ecosistemas; es decir, en un siglo desaparecieron especies cuyo proceso natural de extinción hubiese tomado 10 mil años.
Al pensar en la clonación de especies extintas para analizar su comportamiento, hacer negocio o tener fama, pensamos en este para salvar aquellas que estén en peligro de desaparecer y que se conviertan en un recuerdo congelado.
De acuerdo con Horacio Merchant Larios, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, clonar especies desaparecidas es factible a mediano o largo plazo ya que actualmente no contamos con suficiente conocimiento sobre el proceso; pero para clonar especies en peligro de extinción se debe tener un protocolo que conlleva a hacer clonaciones desde antes que la especie esté en peligro.
“Para clonar a un gato, un perro, caballo, cualquier especie, existe un protocolo que se ha llevado mucho tiempo, y la conclusión es que desde el punto de vista comercial es inviable, porque es carísimo y los resultados son muy pobres, del porcentaje de los que sobreviven normalmente es muy pequeña”.
Para el académico la desaparición de especies se trata de un proceso de selección natural, donde sobreviven los más aptos a las condiciones físicas cambiantes externas y que se mantienen en equilibrio con el medio ambiente; sin embargo, es la actividad humana la que aceleró este proceso.
La vaquita marina
El tema de la extinción de este mamífero, a cargo del hombre, tomó impulso cuando el actor estadounidense Leonardo Di Caprio exigió al gobierno mexicano, tras recibir un premio, tomar medidas para evitar que la especie desapareciera.
En octubre de 2017 el gobierno de México, con apoyo de la comunidad internacional, lanzó el programa Vaquita Conservación. Aunque los reportes del programa hablan de 30 ejemplares, es difícil determinar si esa es la población que queda, y de ser así será una especie más llevada a la extinción por el hombre, en este caso sin un interés comercial ya que nunca fue de interés para los pescadores.
De acuerdo con Merchant Larios, clonarla en estos momentos no es factible ya que quedan pocas especies -el académico indica que al menos se requieren realizar experimentos en 300 vaquitas-, toma años ver resultados (buenos o malos) y el país no cuenta con tecnología ni protocolo de clonación.