Entre la basura plástica que contamina el medioambiente, destacan los popotes, que en muchos casos son la causa principal de la muerte de especies animales.
Para tratar de disminuir este grave problema, empresas tanto nacionales como mundiales elaboran popotes ecológicos que van desde los comestibles hasta los fabricados con materiales 100 por ciento biodegradables.
Algunos están elaborados con algas marinas, de papel, bambú e incluso los desarrollados por una empresa mexicana con semilla de aguacate.
En este último caso, Biofase es una empresa mexicana que descubrió en la semilla del aguacate una fórmula para crear popotes que se degradan en 240 días y no en casi 800 años como los de plástico.
Aunque también se hicieron pruebas en semillas de frutas como el mamey o el mango, ninguna contenía el elemento necesario.
En el caso de las pajillas de bambú pueden ser reutilizadas hasta mil veces al ser lavables, además se pueden transformar en composta al término de su uso.
El popote es algo común y prácticamente cotidiano para las personas, el uso de estos artefactos, principalmente de zonas urbanas, que al consumir un refresco, jugo, licuado, agua o hasta café lo hacen con este delgado tubo de plástico.
Y si bien en la mayoría de los casos se puede prescindir de este artículo, por alguna razón aparece prácticamente en cada bebida, por lo que depende de cada uno decidir si contribuye al cuidado del medioambiente, evitándolo, o sigue afectando al planeta.
Quizá cada persona tenga diversos motivos por los que prefiera usarlo, pero el daño que causa este material a los mares tiene un efecto en todo el mundo.
Este pequeño tubo de plástico, que tan sólo se usa unos minutos, puede permanecer en el mundo hasta 800 años antes de degradarse. Lo que implica mucho daño para especies que los ingieren pensando que se trata de alimento.
Una masa flotante de plástico, más grande que México, fue descubierta el año pasado en el Pacífico Sur. No es la primera. En el hemisferio norte hay otra muy similar.
Producción que no para
De acuerdo con el Programa de la ONU para el Medio Ambiente, en 1950, con una población de dos mil 500 millones de habitantes, el mundo produjo 1.5 millones de toneladas de plástico; el pasado año, con una población de más de siete mil millones, se produjeron 300 millones de toneladas, con graves consecuencias para las plantas y los animales marinos.
Organizaciones internacionales también han reforzado sus estrategias para tener mares limpios; la ONU Medio Ambiente ha enlistado cinco objetos que las personas no necesitan en su vida: los popotes, vasos para café, bolsas con cierre para sandwiches, bolsas de plástico y botellas de plástico.
En México, la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, con lo que dio un paso muy importante para sumarse a esta causa e intentar hacer más grande el esfuerzo contra la contaminación, con ayuda de empresarios.
Aunque falta que sea aprobada en el Senado, esta reforma legislativa pretende reducir el uso de popotes, sin prohibirlos, con apoyo de establecimientos que venden alimentos y bebidas, para que los proporcionen exclusivamente a los clientes que lo soliciten.