En Internet hay lugares donde Google, y otras páginas de búsqueda habituales son incapaces de llegar, esa zona se llama Internet profunda.
En ella se aloja contenido que existe en la red mundial de información que no está registrado en ningún motor de búsqueda, o en otras palabras, está “escondido”.
Sitios que se usan para compartir información; por ejemplo, hay instituciones o empresas privadas, incluido el gobierno, que tiene bases de datos con información muy sensible en esta zona de Internet, también conocida como la Deep Web, a donde no cualquiera puede entrar.
Sin embargo en un nivel más profundo está la Darknet, es en donde se puede encontrar libremente todo ese material peligroso, con sitios que comercializan productos y servicios ilegales, mercado negro ligado con narcotraficantes o ciberdelincuentes. Todos bajo la protección del anonimato.
Israel Estrella Reséndiz, consultor en seguridad cibernética, explica que para sumergirse en la Internet profunda, es mediante un servidor denominado “TOR”.
Para el consultor la “Internet profunda”, además es usada con fines ilícitos: “La usan para cometer delitos: te venden ahí armas, trata de blancas; está la pornografía infantil, que es muy común en estos sitios”.
Y es donde los delincuentes ofrecen desde ataques cibernéticos o la sustracción de información, donde es vendida por criptomonedas.
Pesé a los “patrullajes” que realizan autoridades, la Deep Web es un espacio aprovechado por su anonimato para delinquir, aunque podría ser utilizada con fines benéficos.
Pero no todo el contenido que se encuentra en la Deep Web es ilegal. Muchos usuarios la utilizan para expresarse sin temor a ser censurados por organizaciones o instituciones de gobierno. Pero aclaro está, en estas redes es más común encontrar un sitio de venta de servicios ilícitos que una colección de memes.