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Nuestras lenguas indígenas son fuertes, poderosas y son también nuestras riquezas, ya que a nivel mundial México está entre los 10 países con mayor diversidad lingüística y el segundo en América Latina, indicó Fidencio Briceño Chel, director general adjunto académico y de Políticas Lingüísticas del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali).
El patrimonio lingüístico en México está representado por 69 lenguas, esa es nuestra diversidad lingüística, el país desde siempre ha sido muy diverso y no solamente está en la lengua, sino en otras manifestaciones culturales que tienen que ver con la representación de la vida de las comunidades, resaltó.
El especialista señaló que el país se caracteriza por tener 11 familias lingüísticas, 68 agrupaciones y 364 variantes, de las cuales 64 están en franco riesgo de desaparecer.
“Prácticamente 60 por ciento de las lenguas mexicanas están en riesgo de desaparecer, cada una en distintos momentos. Porque no se les valora, no se les usa y han sido arrinconadas a espacios muchas veces comunitarios y fuera de ellos dejan de usarse”, lamentó.
El lingüista dijo que el país ha perdido muchas lenguas indígenas, algunas de las cuales ni siquiera se lograron documentar y sólo se sabe, por cuestiones históricas, que existieron en algunas comunidades.
Actualmente, dijo, en el país se autodenominan indígenas más de 24 millones de personas y de ellas sólo 7 millones 400 mil son hablantes de algún idioma originario.
Apuntó el funcionario del Inali que a la llegada de los españoles había más de 500 lenguas vivas, pero la enorme diversidad ha ido en picada desde aquella época.
Briceño Chel indicó que de acuerdo con datos históricos, se han perdido más de 100 lenguas a partir del siglo XVI hasta la fecha.
“Cuando se hace el primer censo en el siglo XVI prácticamente 98 por ciento de la población, lo que actualmente es México, hablaba una lengua indígena. Cuando se hace otro censo en el siglo XVII baja más o menos a 80 por ciento, y a partir del siglo XVIII hay una tendencia a la baja”, comentó.
El funcionario señaló que fue en el siglo XIX cuando se presentó una mayor disminución, ya que esos aproximadamente 500 idiomas vivos que existían a la llegada de los españoles, comenzaron a decaer significativamente.
La disminución de los lenguajes se debe no sólo a la conquista, sino a que muchos de los grupos, para su propia defensa se fueron adhiriendo a conglomerados mayoritarios que los pudieran proteger.
“Tenemos el caso tan interesante en el norte de México, que fueron provocando que estas lenguas fueran disminuyendo en el número de hablantes, porque se fueron adhiriendo a los grupos mayoritarios”, refirió el funcionario del Inali.
Briceño también apuntó que las personas que migran a las ciudades han provocado el surgimiento de nuevas variantes que se adecuan al contexto urbano, sin embargo, ya no tienen la misma diversidad filológica o fonética, pierden elementos.
El funcionario del Inali señaló que se está buscando cómo institucionalizar a la lengua, y uno de los acercamientos ha sido establecer que sus sistemas de escritura sean reconocidos.
“El Inali ha publicado 15 normas de escritura para distintas lenguas nacionales y el primer paso para su institucionalización fue su publicación en el Diario Oficial de la Federación”, comentó.
Consideró que en esta lucha el esfuerzo tiene que ser multidisciplinario, interinstitucional, pero sin dejar de lado a las propias comunidades de hablantes.
“En México la política que estamos haciendo es que sean reconocidas como lenguas nacionales y que todas se puedan usar en los diversos contextos”, aseveró el lingüista.
Ante el riesgo que corren nuestras lenguas, son los jóvenes quienes empiezan a fortalecerlas y comienzan a mostrar otras vías para su uso, acciones que antes nosotros no nos animábamos a emprender, subrayó el académico.
“Hoy en día son los jóvenes quienes empiezan a arriesgarse y demostrarle a los ancianos que sus lenguas pueden ser igual que las otras lenguas del mundo”, destacó el lingüista maya.