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Los mexicanos honran a la muerte ajena. La propia la dejan al último. Y es que sólo tres por ciento de las personas en el país cuentan con un plan funerario a futuro.
De acuerdo con empresas que brindan asistencia funeral, el porcentaje de previsión en el rubro es un índice muy bajo, en comparación con regiones europeas, donde la penetración es de hasta 70 por ciento, e incluso en Latinoamérica, países como Colombia tienen indicadores que oscilan en 30 por ciento. Este tipo de planes es ofrecido por compañías funerarias como Gayosso o J. García López, pero también por algunas aseguradoras. Manuel Ramírez, director general de “J. García López”, explica que es una triste realidad pero 97 por ciento de la población carecen de un plan funerario.
Añade que la cultura de la prevención en este tema es a cuentagotas pero “es una inversión inteligente y prever los servicios funerarios es indispensable ya que el plan que se adquiera en este momento, alcanza una plusvalía entre siete y 12 por ciento de su valor con el paso del tiempo”. En su experiencia señala que el momento se vuelve complejo para las familias por ello es que recomienda tener a la mano el número telefónico de una empresa funeraria. En entrevista con CAPITALMEDIA detalla lo que se debe hacer en caso de que un ser querido fallece en casa: Avisar al médico tratante para que extienda el certificado de defunción correspondiente.
Otra recomendación es que si la muerte fue por causas naturales, no es necesario dar aviso a la policía, ya que de una muerte natural, se podría volver una accidental y esto convertirse en un proceso en el Ministerio Público o el forense.
Revisa que el certificado de defunción que te entreguen cuente con la identidad del médico que expide el documento y especifique las circunstancias del deceso, así como la correcta identidad de la persona que falleció. Si la muerte del ser querido se diera en el extranjero, la agencia funeraria J. García López recomienda.
Ejemplifica que en caso de que la muerte sea fuera del país, se debe tener contactos “con una funeraria local, el consulado y la empresa que dará el servicio en el país de origen. Se debe apoyar en toda la logística necesaria, desde la documentación, recuperación del cuerpo, aerolíneas hasta llegar a su último destino”.
Menciona que en España les exigen que al “enviar un cuerpo vaya dentro de un féretro de zinc y por fuera el ataúd normal esto por medidas de sanidad exigidas”.
Y es que alerta que hay un 40 por ciento de empresas funerarias que trabajan en la informalidad. por su lado, la agencia Gayosso informó que aquellas personas que no prevén este tipo de evento implica complicaciones, tramitología, desgaste físico y emocional y gastos no planeados.