Sin duda, las playas también forman parte del acervo turístico que le valió a México ser considerado como el octavo país más visitado del mundo, al contar con 36 costas certificadas con bandera blanca, 53 con bandera azul y 22 que ostentan el distintivo de Playa Limpia Sustentable por su excelencia ambiental.
En estas vacaciones de Verano, el turismo nacional y extranjero opta por acudir a estos lugares para disfrutar del sol y mar, a través de sus más de 11 mil kilómetros de costas, donde también se realizan actividades relacionadas con la pesca y el comercio.
Según estándares nacionales e internacionales, la calidad ambiental de las playas mexicanas es aceptable, debido a que la mayoría está conformada por ambientes naturales vírgenes, donde la presencia del hombre aún no llega o es mínima.
No obstante, la condición sanitaria de las playas puede cambiar a lo largo del año, destaca la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Desde el punto de vista ambiental, las playas en México se dividen en tres categorías: Playas de anidación, aquellas que utilizan las tortugas marinas para desovar; playas prioritarias para la conservación, son las ubicadas en los límites territoriales de las áreas naturales protegidas y las de uso recreativo, donde se realizan actividades de esparcimiento y que contribuyen al desarrollo del potencial turístico del país.
Independientemente de su tipo, todas constituyen ecosistemas costeros que abarcan una amplia gama de tipos de hábitat y una enorme riqueza de especies.
Una playa certificada tiene una bandera izada que indica el cumplimiento de la excelencia ambiental, ésta se debe bajar cuando se presenta un fenómeno natural tal como marea roja, huracán o tormenta tropical, indicando que no existen condiciones de seguridad.
La normas mexicanas que garantizan la calidad de las costas incluyen medidas ambientales para la protección al ambiente, en las playas turísticas de México, en materia de calidad de agua, residuos sólidos, infraestructura costera, biodiversidad, seguridad y servicios, educación ambiental y contaminación por ruido.
Vigilancia conjunta
Además, para que los usuarios de las playas recreativas puedan utilizarlas sin riesgo para su salud, diversas instancias gubernamentales realizan acciones para garantizar la calidad del agua.
Las autoridades estatales de salud monitorean, cuando menos una vez al mes, la calidad del agua de las playas que le corresponden, cuyos resultados los envían al Comité de Playas Limpias, el cual a su vez, difunde la información y señaliza las playas para que el bañista sepa si está contaminada y, de ser necesario, aplica programas de saneamiento.
Mientras que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) evalúa los criterios de calidad del agua y difunde a través de su página www.cofepris. gob.mx los resultados.
La Secretaría de Marina por su parte, vigila, monitorea, controla desechos y apoya cuando se presentan derrames accidentales de sustancias contaminantes e imparte educación ambiental.
Sin embargo, no sólo a las autoridades les corresponde mantener las playas en óptimas condiciones, sino también la participación de los turistas es importante:
Por ello, se recomienda a los bañistas: no contaminar la playa con basura y utilizar las instalaciones sanitarias del lugar.
En caso de llevar alimentos o bebidas a esos sitios no dejar los envases y desperdicios tirados o enterrados en la arena ni aventarlos al mar; es mejor recogerlos porque puede ser que el mismo mar, otros turistas, la lluvia o hasta los perros dispersen la basura en la playa.