Los queretanos recibirán este año nuevo con una fiesta especial llena de diversión, uvas y campanadas, con la esperanza para cumplir aquellos propósitos que se quedaron olvidados, pero sobre todo, conscientes de la dificultad económica que se avecina.
Previo a los festejos del año nuevo, los queretanos comienzan a apresurar las compras en los mercados, regalos de intercambio, viajes y pendientes, con el objetivo de prepararse mentalmente para iniciar una etapa, como la oportunidad de hacer cambios en la vida personal, laboral, sentimental y de salud.
Las cenas varían en cada mesa de las familias, con un rico pozole, mole, pierna, pavo, además de las ensaladas agridulces, el postre que no puede faltar y las bebidas, primordiales para pasar una noche vieja agradable.
En México, así como en Querétaro, se tiene muy arraigada la costumbre de comer 12 uvas y, al compás de las campanadas del reloj, celebrar con el mismo número de deseos, la llegada del año nuevo. También está presente la creencia de usar ropa de color amarillo, roja o negra, con diversas intenciones.
Propósitos
Los propósitos que más nos comentaron queretanos entrevistados por CAPITAL, destacan el pagar las deudas, hacerse un nuevo tatuaje, cambiar de estado, ponerse a dieta, hacer ejercicio, comer saludable, mejorar la relación familiar, de amistad o amorosa, viajar, cambiar de look, entre otros.
“Llevo varios años con los mismos propósitos y la mayoría no los cumplo, el primero es bajar de peso y terminar mi carrera, digamos que también llevarme bien con mis hermanos, no tomar mucho alcohol”, añadió Claudia Guerra.
Ciudadanos entrevistados refirieron que los propósitos más comunes y complicados, son dejar alguna adicción, principalmente al tabaco e incluso al sexo.
Iglesia Martín Lara Becerril, vocero general de la Diócesis de Querétaro platicó que el significado de un año nuevo, deriva de que los grupos de seres humanos están acostumbrados a tener periodos de vida regulares.
“Estamos acostumbrados a dividir el tiempo, con la finalidad de darle significado y vivir la vida de una manera plena, cuando llegamos al final del año, tenemos dos sentimientos que emanan del corazón, por un lado, dar gracias a Dios, el hecho de que hemos llegado al final del año, significa que hemos gozado, hemos podido disfrutar de nuestra familia”.
Consideró que un año nuevo no se puede iniciar sin pedir perdón o perdonar “porque indudablemente no hemos hecho las cosas adecuadas en más de una ocasión, entonces, la humildad es una cosa muy grande y una persona muy valiosa a nivel humano, es aquella que sabe reconocer sus faltas y pedir perdón”.
Detalló que el año nuevo debe de ser una experiencia en la cual cada persona plantea hacia el futuro, con grandes retos e ideales, que no sean fantasías e inalcanzables.
Dejó en claro que comer uvas, no significa que el 2017 estará lleno de prosperidad y buena suerte, pues no implica ningún esfuerzo y es una falsa creencia.
“Un compromiso en el cual nosotros nos comprometamos de una manera real, con nuestras posibilidades y limitación, evitar todas estas cosas que son de tipo muy imaginario, el hecho de que si te comes las 12 uvas en la cena de fin de año, vas a tener tal efecto, que si te pones determinada ropa, esas cosas que están exentas de compromiso”.
Salud
Médicos recomiendan medirse en la cena, debido a que una persona puede incrementar hasta cinco kilos, por consumir de manera exagerada alimentos que el cuerpo no necesita.
Esto es parte de la fiesta esperada, como una oportunidad para cambiar, crecer, y hacer cosas diferentes, sin embargo hay que recordar que no es necesario concluir un año para tener voluntad de lograr los objetivos, principalmente familiares, de donde derivan buenas expectativas, así como mejorar la calidad de vida.
Cualquier día, aprovéchalo, siente y disfruta cada momento, porque en cualquier segundo, la vida de una persona puede cambiar y los bellos instantes, son los que más cuestan lograr.