La Navidad es una de las festividades más importantes de la Iglesia Católica, pues se conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén.
Esta solemnidad se celebra el 25 de diciembre, día que es festivo en muchos países y celebrado por millones de personas alrededor del mundo.
La noche del 24 los cristianos inician la celebración del día de la Navidad con la tradicional misa del gallo, donde se arrulla al Niño Dios. Aunque también hay quienes aprovechan para convivir con familiares y amigos en la casa de alguno.
Ahí con sus mejores atuendos comparten los alimentos y realizan el tradicional brindis con sidra.
Entre algunos de los principales platillos que se preparan este día son los romeritos, espagueti, pavo, ensalada, pierna y pozole, todo acompañado por ponche o algún otro tipo de bebida. Incluso, también algunas familias tienen la costumbre de romper la piñata, repartir aguinaldos y realizar un intercambio con el resto de sus seres queridos.
Sin embargo, el verdadero sentido de la llegada del Emanuel se ha ido perdiendo.
El padre Fernando Balbuena Guevara, indicó que la llegada de Dios simboliza la transformación de la oscuridad que rodea a cada ser humano para ser la luz plena, entendida como la justicia, el respeto, el perdón, la concordia y el amor.
“Como se ha manejado siempre Cristo viene a transformar las tinieblas de nuestro egoísmo, de nuestra indiferencia, de nuestros pecados, de nuestra tibieza, de nuestros odios, de nuestros rencores”, manifestó.
No obstante, lamentó que el verdadero significado de la Navidad se ha ido acabando, pues en las mismas fiestas los familiares, a veces, terminen en pleito.
“En las mismas fiestas navideñas es muy común escuchar que lo que comienza como un festejo muy alegre, muy jovial, muy feliz, a veces termina con pleitos y rencillas familiares. Insisto así como por desgracia se ha ido perdiendo el verdadero sentido de las posadas y la Iglesia no puede bajar la guardia, tenemos que seguir insistiendo a lo largo del año”, sostuvo.
El padre consideró que más que un “festejo muy comercializado”, esta celebración debe aprovecharse en sentido positivo, para devolver el verdadero sentido de la Navidad.
Que esta fecha sea de reflexión, paz y unidad en el seno familiar.