Trabajo infantil, robo de la niñez

Raúl, de 11 años de edad, es parte de los 2.4 millones de niños en el país que realizan alguna actividad económica, según datos del Inegi.

Por las mañanas, sus manos son las de un jornalero, y por las tardes, las de un estudiante que cursa el sexto de primaria, donde busca abrirse paso a través de los libros.

El joven tiene la responsabilidad de levantarse temprano para apoyar a su madre, que tiene un pequeño negocio en la periferia del mercado de Sonora. A su corta edad, debe aportar al sustento de su casa y para su pequeño hermano.

El pequeño Raúl es parte de las estadísticas del trabajo infantil a nivel mundial, donde la necesidad le ha quitado la posibilidad de desarrollar actividades propias de su edad y lo ha puesto a laborar.

En México, más de 2.4 millones de niños realizan alguna actividad económica, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). De esta forma, de los menores ocupados de entre 5 y 17 años, 69.8 % son niños y 30.2 % son niñas.

Según la Ley Federal del Trabajo la ocupación de los menores de edad no está permitida por estar debajo de la edad mínima o porqué realizan ocupaciones o actividades peligrosas; sin embargo, nueve de cada diez niños contratados (89.6%) realiza o tiene encomiendas en actividades no permitidas. El 28% se encuentra en actividades agropecuarias, 25% en el sector de servicios y 22.6% en actividades relacionadas con el comercio.

INGRESOS

Respecto a los ingresos o remuneración que se genera por su ocupación, el INEGI señala que 4 de cada 10, es decir, 42.5 % recibe hasta un salario mínimo

VIVIENDA
Datos recabados al 2015 señalan que seis de cada 10 niños ocupados tienen ambos padres, 10.7% vive sólo con uno de sus padres y el 30.9% es parte de un hogar extenso.

EDUCACIÓN

Respecto a este tema, el INEGI refiere que cuatro de cada 10 niños (37%) de 5 a 17 años, no asiste a la escuela, por lo que la inasistencia se presenta en 39.3% de los niños ocupados y en 31% de las niñas ocupadas.

Investigadores en el tema refieren que el trabajo infantil puede ser visto en el hogar como una opción para que los menores adquieran responsabilidades y desarrollen habilidades, o bien, para que con su aportación la familia reciba un ingreso más que en conjunto ayude a mejorar el ingreso económico total; sin embargo, en el largo plazo esas responsabilidades afectan el nivel educativo de la población infantil.

En ese sentido el nivel educativo de los padres tiene un papel importante y una relación directa con el trabajo infantil. Así, 11.1% de los niños que trabajan tiene padres sin instrucción, 20% con primaria incompleta y 28.9% con primaria completa y secundaria incompleta.

El TRABAJO INFANTIL EN NÚMEROS

8 de cada 10 niños y niñas de 5 a 17 años trabajan
2 millones 475 mil 989 realizan alguna actividad económica
9 de cada 10 niños trabaja en actividades no permitidas por la Ley Federal del Trabajo
37 por ciento de los niños que trabaja no asiste a la escuela

La convención sobre los Derechos del Niño exhorta en su artículo 32 a proteger a los niños de ser víctimas de explotación económica y de desempeñar cualquier trabajo que pueda ocasionarles daño, entorpecer su educación o ser perjudicial para su salud y desarrollo.

FUENTE INEGI, MTI/OIT/IPEC