El representativo de La Bella Airosa apunta al protagonismo. En un auténtico duelazo, de esos que tanto jugadores como cuerpo técnico añoran semana a semana, Facultad de Ingeniería C igualó por marcador final de 3 – 3 ante Pachuca, equipo de recién estreno en la Segunda Libre que, aún con inferioridad numérica, estuvo a segundos de la hombrada.
El compromiso se llevó a cabo en la Cancha de Santa María rebasadas las 12:00 horas y correspondió a la sexta fecha del Torneo de Liga “Gregorio Trejo Mejía”.
Pachuca arribaba al sintético con el peso de ser la agrupación novel en la Burócrata Bancaria y con una incógnita por despejar ante el bien estructurado selectivo de la máxima casa de estudios de Querétaro.
Cabalmente, Ingeniería C pegó primero gracias a un zapatazo de Jonathan Elías después de romper cintura en el área.
No obstante, Los Tuzos confirmaron ser un cuadro sólido, bien cimentado y con carácter tras reponerse de la adversidad aún con nueve hombres y anotar el tanto de la igualada antes del descanso.
Esto a través de un tiro cruzado de Salvador López a segundos de haber arrancado desde media cancha para abrirse espacio en zona de definición.
Posteriormente, todavía en la agonía del primer tiempo, un claro jalón en el área fue señalado como pena máxima por el árbitro Ignacio Guadarrama, siendo ésta errada por Sergio Salinas.
No cabe duda de que el fútbol es de revanchas y para Sergio Salinas no fue la excepción, puesto que en el arranque del complemento, y con la complicidad del arquero, la voltereta era cantada en su nombre.
Aprovechando el momento anímico, Josafat Vega enfiló por izquierda al 61’ y con una definición suave a ras de pasto se adjudicaba el tercero de los hidalguenses, perfilando así a una presentación triunfal.
Sin embargo, cuatro minutos más tarde, ante el coraje de un apasionado Noé Terán, Ingeniería C logró acortar distancias por conducto de Miguel Barajas, elemento que se rifó el físico en una barrida en la línea de gol que cerró una pinza trazada por Misael Vázquez.
A partir de ese instante, ambos combinados apostaron por un cierre explosivo, a matar o morir, siendo el conjunto de la U.A.Q. el de mayor fortuna, pues en un rebote al 38’, el esférico coincidió con los botines de Óscar Jiménez, jugador que eliminó a su marca previo al tercer tanto de los suyos para cerrar la igualada definitiva.
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