La llamada “final del siglo” entre Boca Juniors y River Plate de Argentina, por la Copa Libertadores de América 2018, se canceló en su duelo decisivo luego de una serie de disturbios a las afueras del estadio Monumental.
El partido de vuelta de la final que está empatada a dos goles por bando, se empañó debido a varios disturbios generados por los aficionados de River que no tenían entradas para ingresar el escenario del barrio de Nuñez y que lamentablemente alcanzó al autobús de Boca Juniors que fue atacado durante su ingreso al estadio.
La policía argentina escoltaba el autobús del equipo a su salida del hotel de concentración, sin embargo, al llegar al estadio inexplicablemente fueron abandonados a su suerte y eso permitió que cruzarán directamente frente a los seguidores de River que les lanzaron rocas y envases de vidrio que rompieron los cristales del transporte.
Elementos de la policía comenzaron a lanzar gas pimienta para disolver a los seguidores, sin embargo, eso generó que los ánimos se caldearán y que los hinchas arremetieran contra los cuerpos de seguridad; por esa razón se suspendió el ingreso al estadio y se confirmó que dos jugadores de Boca resultaron heridos, los cuales fueron trasladados a un hospital.
Dirigentes de ambas instituciones y los presidentes de la Conmebol y de la FIFA se reunieron y se decidió cancelar el juego de hoy y pasarlo para el domingo a las 17:00 horas de Argentina; previo al anuncio, la Conmebol cometió la pifia de anunciar que el juego se llevaría a cabo el día de hoy a las 17:15 horas, el mensaje causó confusión y terminó por enrarecer la jornada en Buenos Aires.
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