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El pasado nueve de julio ocurrió una desgracia en el toreo, cuando en esa plaza de Teruel, un toro de la ganadería de los Maños le partiera el corazón al hijo predilecto de Sepúlveda…Víctor Barrio, ese chico de cuerpo larguirucho con expresión de buen mozo y carisma angelical quedo inerte su cuerpo en el albero en plena feria donde se suponía todo fuera alegría y celebración. Pero no, él… Víctor, como cada torero en sus tardes solo piensan en la gloria y la concentración ante el compromiso de cada tarde cuando se juegan la vida delante de los toros, así él, Víctor, se la jugó…lamentablemente ahí la dejo, ante los ojos atónitos de los espectadores que se habían dado cita ese lamentable y trágico día sábado en que se supone el torero después de torear vería a su esposa y seguidores que le acompañaban a sus festejos para apoyarle. Sin embargo ahí esperaron para llevarle en hombros de regreso a su pueblo… Pero sin vida.
Ese día, quedó marcado en la historia de todos los taurinos, alrededor del mundo se le lloro y rezo por su descanso, mientras tanto en su funeral, el desfile de figuras. Compañeros del mundo taurino se hacía presente. Él… Si… Solo él fue capaz de hacer que los mejores se unieran para rendirle el homenaje al compañero caído, como si se tratase de un héroe de guerra que perdió su batalla ante el enemigo…. Él Víctor Barrio, unió corazones, palabras y pensamientos como si todos se les hubiera roto un pedacito de corazón al saber su muerte, y así fue… Pero solo él, fue capaz de que los mejores toreros entre ellos el más grande José Tomás tomará la iniciativa para un día torear en su memoria y así rendirle tributo al sueño que él siempre tuvo de torear con las máximas figuras… Así pues, José Tomás, Juan José Padilla, El Juli, José María Manzanares, Morante de la Puebla y Alejandro Talavante fueron los primeros anotados en ese festejo que su lugar de celebración sería en Valladolid.
Septiembre cuatro fue el día en que todos se darían cita en el marco de la Feria Vallisoletana para ver a estos monstruos del toreo en su apogeo total y así fue… Todos brindaron a él…. Víctor Barrio que estaba presente en el corazón de cada persona, en cada ole que retumbaba en la plaza, en cada brindis, en cada lance, en cada muletazo…. Todo era Víctor Barrio… Por el y para el.
Juan Jose Padilla abrió el festejo toreando inspirado de corazón, cortó una oreja y el público agradeció el gesto en cada momento. José Tomás con su seriedad impecable dio una cátedra al natural, con su sello imborrable que hace que las masas se congreguen para verle torear… Una oreja se le otorgó a su entrega que también tenía sabor a Víctor, Morante llevó consigo sus duendes que hizo que el arte sucumbiera y embriagara a los presentes disfrutando de cada lance al capote y muletazo al ralenti… El Juli con su toreo de entrega calentó el cotarro al ritmo de lopecinas y muleta baja… Manzanares dejó ver su sentimiento del toreo y homenaje al amigo, salió Talavante y pareciera que estuviera poseido, si… Poseido por el alma de Barrio que le ha hecho dar una cátedra de toreo con pellizco, de ese que se saborea más saliendo de la plaza, ese que te hace torear al viento y con arte…. Ese toreo de seis titanes, seis figuras, seis amigos, seis toreros p, seis hombres que se unieron por ti Víctor, solo por ti para que tu nombre tenga la perpetuidad de un héroe y gracias a ti se siga dignificando el toreo, y así Víctor, te agradecemos que hayas unido a los taurinos que no olvidaremos que tu muerte no fue en vano, dios te bendiga Victor Bariio, y allá donde estés te sientas orgulloso de tu gente, la familia taurina que recordara siempre.
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