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BEIRUT (AP) — Al menos 23 personas murieron el lunes en un ataque aéreo contra un bullicioso mercado en zona rebelde en noroeste de Siria, dijeron activistas de oposición y un grupo que monitorea la guerra.
El bombardeo en la localidad de Maaret al-Numan dejó también más de 30 heridos, según reportes desde el lugar, que está sufriendo intensos ataques aéreos cada día mientras las tropas sirias, amparadas por cobertura aérea rusa, intentan avanzar en el enclave cerca de la frontera turca.
La televisión estatal siria dijo que los insurgentes bombardearon la ciudad de Suqailabiyah, controlada por el gobierno, e hirieron a cuatro personas, entre ellas un niño.
Activistas de la oposición siria dijeron que aviones de combate rusos llevaron a cabo el ataque del lunes, pero el Ministerio de Defensa de Rusia desestimó los informes y los calificó de “engaño”, agregando que la fuerza aérea rusa “no realizó ninguna misión en esa área en Siria”.
La provincia de Idlib, en la esquina noroeste del país, es el último bastión rebelde en el país que escapa al control del presidente, Bashar Assad.
Las fuerzas del gobierno lanzaron una ofensiva en abril que ha dejado más de 2.000 muertos y desplazado a más de 300.000 personas por ahora.
Sin embargo, las tropas han avanzado poco desde que comenzó la operación.
Es probable que la cifra de víctimas aumente debido al gran número de heridos, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña y que monitorea el conflicto en Siria a través de una red de activistas.
La agencia de noticias Thiqa, un colectivo activista en el norte de Siria, dio una cifra de muertos más alta, indicando que 20 personas habían muerto.
Los bombardeos del domingo en Idlib mataron al menos a 11 civiles, según el Observatorio y equipos de emergencia.
Pese a los intensos bombardeos, las tropas de Assad no han logrado hacer avances significativos contra los rebeldes, los milicianos vinculados a Al Qaeda y otros grupos yihadistas que controlan la provincia. Los grupos milicianos han respondido con dureza, matando una media de más de una docena de soldados y milicianos aliados diarios en las últimas semanas.
La dura campaña deja sobre la mesa los límites de la potencia aérea rusa y siria y la incapacidad de conseguir una victoria definitiva en la larga guerra civil del país, que ya está en su noveno año.