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La Casa Blanca calificó como opinión, y no como una orden, el pedido hecho ayer por el presidente Donald Trump al procurador general Jeff Sessions a fin de ponerle fin a la investigación que dirige el fiscal independiente Robert Mueller sobre la posible colusión entre Rusia y su campaña presidencial.
“No es una orden. Es la opinión del presidente”, indicó la vocera presidencial, Sarah Sanders, sobre el mensaje enviado por el mandatario a Sessions, en el que hizo un llamado a terminar esa pesquisa iniciada hace más de un año.
En su mensaje, Trump calificó de “terrible” la situación derivada de la investigación y aseveró que “el procurador general Jeff Sessions debe detener esta amañada cacería de brujas ahora mismo, antes de que continúe manchando nuestro país”.
Ante las preguntas durante una conferencia de prensa, Sanders aseguró que las palabras del mandatario fueron sólo una opinión, con el propósito de manifestar una vez más su malestar por lo que considera una investigación sesgada.
“El presidente no está obstruyendo, está combatiendo. El presidente está dando su opinión, claramente. Él está expresando la frustración que tiene con el nivel de corrupción que hemos visto de gente como (el exdirector de la Oficina Federal de Investigaciones) Jim Comey”, dijo la portavoz.
Sin embargo, el congresista Adam Schift, demócrata miembro del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, afirmó que son claros los motivos del mensaje.
“El presidente de Estados Unidos acaba de pedir a su procurador general que ponga fin a una investigación en la que el presidente, su familia y su campaña, podrían estar implicados. Este es un intento de obstruir la justicia escondiéndose a plena luz”, sostuvo.
Trump acusó a Mueller de tener conflictos de interés que comprometen su imparcialidad, y consideró que su exgerente de campaña, Paul Manafort, ha sido tratado peor que el mafioso Al Capone.
Manafort enfrenta desde el martes a un jurado en una corte federal en Virginia, por delitos de evasión fiscal, además de otro que enfrentará en septiembre próximo, por obstrucción de la justicia.
El cabildero y operador político es una de las 19 personas que han sido encausadas de manera criminal por acusaciones relacionadas con los resultados de las investigaciones conducidas por Mueller, de las cuales cinco se han declarado culpables y han accedido a colaborar con el gobierno, incluido el exsocio de Manafort, Rick Gates.