De la gloria al ocaso... revelan que Stan Lee sufre violencia doméstica

Detrás de la sonrisa carismática que le representa, sus lentes ahumados y bigote blanquecino, Stan Lee esconde secretos que se han acumulado con los años, saliendo a la luz pública tras un evidente decaimiento en su salud y problemas personales.

Todo comenzó con el fallecimiento de su esposa, Joan Boocock Lee, el año pasado. Con ella estuvo casado durante 70 años y desde su muerte, las apariciones públicas del creador de Spider-Man son menos frecuentes.

No siendo suficiente, el historietista sufrió de neumonía en febrero pasado, y ahora se revela que su hija, Joan Celia “J. C.” Lee, lleva años aprovechándose de él y su fortuna.

Con testimonios y documentos que comprueban el maltrato, The Hollywood Reporter hizo pública la noticia que J.C. solo está viendo por su beneficio económico, gastando alrededor de 40 mil dólares mensuales en tarjetas de crédito.

Las disputas familiares llevan años sucediendo al interior de la casa de Lee, según expresó al medio de entretenimiento Bradley J. Herman, quien fuera agente de negocios del artista gráfico; Herman detalló que el maltrato ha llegado hasta los golpes.

En la publicación se detalla que detrás de J.C. hay tres hombres con malas intenciones, los que le han estado aconsejando para sacar el provecho económico de su padre: Keya Morgan, Jerry Olivarez y Max Anderson.

Tras la liberación de este escándalo, el cineasta Kevin Smith publicó en Twitter que está dispuesto a auxiliar a Lee, ofreciéndole vivir con él.

“Esto me rompe el corazón. Te amamos @TheRealStanLee. Siempre puede venir a vivir conmigo o permita que los fanáticos le compremos un nuevo hogar para vivir, le extrañamos señor”, pronunció el realizador en la red social.

The Hollywood Reporter obtuvo una declaración firmada por Lee y notariada por su abogado, en la que se especifica que su hija es incapaz de solventarse económicamente, por lo que existe un fondo para que ella disponga del dinero. También se detalla la violencia doméstica que el dibujante ha sufrido a lo largo de los años.