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El secretario de Seguridad Interna (DHS), John Kelly, instruyó hoy a las agencias de su dependencia a iniciar de inmediato la planeación, diseño y construcción del muro con México que el presidente Donald Trump ordenó en enero pasado.
Además, como parte de la amplia ofensiva migratoria del mandatario, Kelly ordenó la contratación de más de 15 mil oficiales para detener y deportar inmigrantes indocumentados y ampliar un programa que autorizará a policías locales a actuar como oficiales de migración.
En dos memorandos firmados y dirigidos hoy a los titulares de las tres agencias migratorias bajo su autoridad, Kelly delineó la manera cómo la dependencia implementará la orden ejecutiva que Trump firmó el pasado 22 de enero.
Los memorandos establecen que las agencias federales tendrán una mayor autoridad y sus oficiales federales más poder para detener y deportar de manera más agresiva a inmigrantes indocumentados dentro del país y a lo largo de las fronteras de Estados Unidos.
Para ello, Kelly amplió la lista de inmigrantes indocumentados cuya detención y deportación será prioritaria bajo la orden de Trump, y va más allá de los criminales indocumentados.
La nueva lista incluirá ahora a cualquier inmigrante indocumentado acusado de cualquier delito que no haya sido resuelto; los que haya cometido actos que constituyen un delito que puede ser encausado penalmente; y quienes hayan cometido fraude contra el gobierno federal, o hayan abusado de programas federales de asistencia pública.
También serán objeto de detención y deportación prioritaria quienes estén sujetos a una orden final de deportación pero la han ignorado, o quienes “a juicio de un oficial de migración representan un riesgo para la seguridad pública o la seguridad nacional”, se establece en el memorando.
“Los criminales extranjeros han demostrado su desprecio por el imperio de la ley y representan una amenaza para las personas que residen en Estados Unidos. Como tales, los criminales extranjeros son una prioridad para la remoción” escribió el secretario de Seguridad Interna.
Kelly ordenó la contratación de 10 mil agentes adicionales para la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE); cinco mil para la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP); así como 500 más para la Guardia Costera.
Como lo asentó Trump en su orden ejecutiva, Kelly instruyó a estos titulares “identificar y cuantificar” todas las fuentes de asistencia federal anual directa o indirecta al gobierno de México durante los pasados cinco años, incluyendo la bilateral y de desarrollo multilateral, de asistencia económica, humanitaria y militar.
También ordenó al ICE y a la CBP ampliar en los estados fronterizos el programa 287 (g), mediante el cual estas agencias pueden autorizar a las policías locales para que sus oficiales puedan desarrollar funciones de agentes migratorios en “la investigación, arresto y detención de indocumentados en Estados Unidos”.
El programa, que han sido denunciado por grupos que favorecen la migración y al que se han opuesto algunas policías, está en operación actualmente en 32 departamentos de policía en 16 estados participantes.
En su memorando, Kelly instruyó al director del ICE y al comisionado del CBP a “involucrarse de inmediato con todas las jurisdicciones policíacas dispuestas y que cumplan con los requerimientos del programa” para propósitos de su establecimiento.
Kelly ordenó también al CBP, a que, en consultas con las agencias federales apropiadas, inicie “inmediatamente la planeación, el diseño, construcción y mantenimiento de un muro (en la frontera con México), incluyendo, alumbrado, tecnología y carreteras para el patrullaje”.
“El aumento de la inmigración en la frontera sur ha superado a las agencias federales y los recursos y ha creado un problema de seguridad nacional significativa para Estados Unidos”, indicó Kelly como justificación de estas acciones.
Kelly destacó que entre octubre y noviembre de 2016 las detenciones en la frontera con México crecieron en 25 mil, respecto al mismo periodo en 2015.