RÍO DE JANEIRO (AP) — Un gobierno brasileño de derecha que se ha mostrado suspicaz de Rusia y China es el anfitrión de los cancilleres de ambos países más los de India y Sudáfrica, países que buscan mantener con vida el BRICS, un grupo comercial informal iniciado por gobernantes anteriores, de tendencia izquierdista.
Las delegaciones de los países del BRICS iniciaron deliberaciones el viernes, preparativas de una cumbre en noviembre.
Se prevé que el canciller brasileño Ernesto Araujo dejará a un lado las ideologías para concentrarse en las oportunidades para el comercio y la cooperación en una gama de asuntos desde la tecnología hasta la lucha contra el lavado de dinero.
Desde que asumió en enero, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha tratado de mejorar las relaciones con Estados Unidos y ha denunciado la influencia rusa en su vecina Venezuela.
Antes de su designación, Araujo sostenía en su blog que las inversiones chinas constituían una amenaza para la soberanía brasileña.