Miles de personas, en su mayoría mujeres, protestaron ayer en varias ciudades de España contra la decisión de la Audiencia Provincial de Navarra, en el norte del país, de liberar a los miembros del grupo conocido como “La Manada”, convictos por abuso sexual de una joven durante las fiestas de San Fermín, en Pamplona, en 2016.
El tribunal ijó una ianza de 6 mil euros (7 mil dólares) a cada uno de los cinco acusados, mientras esperan el resultado de sus apelaciones a las sentencias de nueve años de prisión que se les impusieron en abril, dijeron la agencia noticiosa española Europa Press y otros medios nacionales.
Los miembros del grupo fueron señalados de aprovecharse de su superioridad para coartar la libertad de la víctima, pero fueron absueltos del cargo de agresión sexual, lo que generó protestas de grupos feministas.
La decisión judicial fue también criticada por la clase política y el gobierno, como lo expresó la ministra de Justicia, Dolores Delgado, quien opinó que “hacen falta reformas mentales, hace falta formación y esas perspectivas de género y víctimas”.
En declaraciones a la radioemisora Cadena Ser, Delgado expuso que es necesario “avanzar en programas de formación, de reciclaje, de perspectiva de género y de perspectiva de víctima”.
En Pamplona, una multitud se concentró en la plaza consistorial al grito de “no es abuso, es violación” o “estamos hartas de justicia patriarcal”, y posteriormente las inconformes marcharon hacia la sede de la Audiencia Provincial de Navarra para protestar allí.
En ese lugar, los manifestantes realizaron una cadena humana que rodeó la sede de la institución y se leyó un maniiesto en el que se calificó la decisión del tribunal como “una burla a todas las mujeres”.