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Los grupos sociales que desde hace años luchan por el aborto libre en Argentina, que utilizan como distintivo un pañuelo verde, vieron ayer avanzar su propuesta, luego de que la Cámara de Diputados aprobó un proyecto para su legalización y despenalización.
La iniciativa, que autoriza la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 14 semanas de gestación, recibió 129 votos a favor y 125 en contra. El proyecto, apoyado por legisladores de distintas fuerzas políticas, pasará al Senado.
El presidente Mauricio Macri, contrario a la interrupción voluntaria del embarazo, se congratuló de que los argentinos puedan “dirimir sus diferencias con respeto” y expresó sus “felicitaciones para todos, sabiendo que este debate continúa en el Senado”.
El mandatario se compromentó a no vetar la norma en caso de que sea aprobada.
De ser así, Argentina se sumará a Uruguay, Guyana, Cuba y la Ciudad de México, los únicos en Latinoamérica que han legalizado el aborto.
En Puerto Rico y en las Antillas y Guayana francesas también se permite, atendiendo a las legislaciones de Estados Unidos (EU) y Francia, respectivamente.
Es la primera vez que un proyecto para despenalizar el aborto y legalizar su práctica llega al pleno de una cámara del Congreso de Argentina, el país nativo del papa Francisco, luego de que varias iniciativas se frustraran en instancias legislativas inferiores. El maratónico debate, que duró 23 horas, fue considerado uno de los más trascendentales desde el regreso a la democracia en 1983
. La Conferencia Episcopal Argentina y la Comisión Episcopal de Laicos y Familia lamentaron la votación.
“Nos duele como argentinos esta decisión”, dijeron en un comunicado conjunto, en el que afirmaron que “tenemos la oportunidad de buscar soluciones creativas para que ninguna mujer tenga que acudir a un aborto”.
Los defensores del proyecto que pernoctaron en la zona celebraron el resultado con gritos, cánticos y saltos de alegría.
