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Activistas a favor y en contra de la legalización del aborto en Argentina se disputaron ayer las calles alrededor del Congreso, mientras el Senado debatió la ley de la interrupción voluntaria del embarazo en una histórica sesión.
La Plaza del Congreso fue vallada justo a la mitad para impedir que ambos grupos chocaran y pudiera ocurrir algún acto de violencia.
De un lado quedaron las feministas, quienes erigieron una inmensa marea verde, color del pañuelo que simboliza el apoyo a la legalización del aborto.
En el otro lado se juntaron las organizaciones religiosas, que copiaron el uso de un pañuelo y sólo lo cambiaron por el color azul para identificar su rechazo al proyecto.
Desde temprano, con la llegada de miles de activistas, sobre todo adolescentes y jóvenes, quedó claro que el movimiento feminista iba a ganar la competencia por ocupar las calles.
El pañuelo verde se podía ver atado en el puño o en la mochila, colgado al cuello o amarrado en la cabeza de jovencitas que también cubrieron su rostro de brillos verdes y todo tipo de adornos, y que cantaban contra el patriarcado.
El verde era el color de identidad de una multitud en donde predominaba un clima festivo y de alegría, a pesar de que la tendencia para la votación era negativa, pues se anticipaban 38 votos en contra y 31 a favor de la legalización.
Mientras las “verdes” ya ocupaban decenas de cuadras, en el lado azul la gente apenas si llenaba un par, ahí predominaban los carteles con los lemas: “Sí a las dos vidas” y “toda vida vale”, junto con imágenes de Cristo, santos y vírgenes.
El papa Francisco comparó la práctica con “lo que hacían los nazis” para cuidar la pureza de la raza, “pero con guantes blancos”.
El presidente Mauricio Macri, un confeso “provida”, llamó a respetar las distintas opiniones. El mandatario se ha comprometido a no vetar la ley en caso de que sea aprobada.
Uruguay, Guyana, Cuba y la Ciudad de México son los únicos en Latinoamérica que han legalizado el aborto. En Puerto Rico, y las Antillas y Guayana francesas también se permite.
En México
“La marea verde” removió el centro de la Ciudad de México y parte de sus monumentos más emblemáticos, donde cientos de feministas de todas las edades tomaban las calles en apoyo a sus congéneres argentinas pro aborto.
“¡Que tiemblen, que tiemblen los machistas, la lucha feminista en América Latina!”, era el cántico de guerra que poco antes de las 16:00 horas se escuchaba en los andenes del Metro Insurgentes, justo cuando el Senado argentino y sus 72 legisladores decidían sobre la legalización de esta práctica en ese país.
La ola de estrógenos se filtró entre pañuelos y banderas verdes, limitando a todo aquel hombre que se atreviese a grabarlas o pretendiera entremezclarse en su núcleo.
Fueron más de 30 organizaciones las que caminaron por casi tres horas desde el Ángel de la Independencia hacia el Hemiciclo Juárez, entre ellas el colectivo Rosas Rojas, Católicas por el Derecho a Decidir y grupos feministas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónomma Metropolitana (UAM).
En el Monumento a la Madre, punto de reunión de todos los contingentes, las consignas rebeldes contrastaban con un grupo de cuatro jóvenes, hincados sobre el suelo y con las manos empalmadas que rezaban acompañados de rosarios ante las movilizaciones feministas.
La fiesta-protesta continuó sobre Paseo de la Reforma. “¡El que no brinque es macho!”, cantaban y brincaban al ritmo de batucada las feministas, algunas incluso sin playera ni sostén, mientras las más radicales aprovechaban para grafitear el Monumento a Colón y parabuses.
La feminista Marta Lamas, hizo presencia en el monumento frente al Senado de la República, afirmando que la decisión de las autoridades argentinas marcaría una pauta en Latinoamérica.
“Si se logra en Argentina la despenalización, probablemente sea una cascada con los otros países de América Latina”, declaró a CAPITAL MEDIA.
Sin embargo; muchos de los discursos de solidaridad dejaron fuera a las entidades mexicanas, donde el aborto sólo es permitido bajo ciertas causales.
“Así como se está saliendo en apoyo por las compañeras argentinas habrá que hacerlo también de las 31 entidades federativas”, sentenció Lamas, pues en nuestro país sólo la Ciudad de México permite el aborto libre hasta las 12 semanas de gestación.
Antes de unirse al contingente que venía del Ángel de la Independencia, las manifestantes se “enfrentaron” con consignas al reducido grupo de simpatizantes de Salvemos dos Vidas, México.
Ya en el Hemiciclo a Juárez, lugar donde un templete las esperaba, representantes de las organizaciones que se dieron cita pidieron la despenalización del aborto.
María de la Luz Estrada, integrante de Católicas por el Derecho a Decidir, exigió a las iglesias respeto.
“La feligresía es liberal, 90 por ciento de los encuestados católicos creen que las leyes que permiten el aborto no obligan a ninguna mujer a abortar. Por eso nosotras hacemos ese llamado de urgencia a la iglesia católica y a los grupos antiderechos a que dejen de fomentar un ambiente de intolerancia y desacato a la progresividad de los derechos humanos de las mujeres”, señaló.
Alrededor de 2 mil mujeres feministas tomaron el Paseo de la Reforma durante la manifestación pacífica que apoyó la legalización del aborto no sólo en Argentina, sino en América Latina y el Caribe.
Otras organizaciones participantes fueron el Movimiento al Socialismo, el Archivo Histórico de Lesbianas Feministas, Feministas con Voz de Maíz, y el Colectivo Igualdad de Género y Oportunidad de Género.
El pañuelazo verde se repitió en diferentes ciudades convocado por grupos feministas en solidaridad con el movimiento del país del sur.
Frente a la representación diplomática, Cintia Orozco, coordinadora de Igualdad de Género y Oportunidad de Género dijo: “Nos unimos a las mujeres, estudiantes, trabajadoras, profesionistas y activistas en la Ciudad de México en demanda de educación sexual, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”, dijo.