Un exbuzo de la marina tailandesa murió mientras participaba en los esfuerzos para rescatar a los 12 niños y su entrenador de fútbol atrapados en una cueva inundada en Tailandia.
El suboficial Saman Gunan perdió el conocimiento al salir del complejo de cuevas donde había estado entregando tanques de aire.
“Su trabajo era entregar oxígeno. No tenía suficiente en su camino de regreso”, dijo el vicegobernador de Chiang Rai. “La muerte de este experto buceador sirve para mostrar la dificultad de las tareas de rescate”, agregó.
El fallecido regresaba a un campamento provisional tras completar su misión de transportar bombonas de oxígeno.
Alrededor de mil personas están involucradas en las operaciones de rescate, incluidos buzos de la armada, personal militar y voluntarios civiles.
A los niños solo les queda un 15 por ciento de oxígeno en la cueva, según explicó uno de los militares. Y es que los niveles de oxígeno fueron reducidos por la gran cantidad de personas que trabajaban dentro de la red de la cueva.
Ahora las autoridades están trabajando para obtener un cable de cinco kilómetros en la cueva para abastecer al grupo con aire.
Los niños fueron localizados el lunes por buzos británicos, luego de permanecer desaparecidos desde el sábado 23 de junio. Tras un entrenamiento de fútbol, el grupo se adentró en la cueva.