LIMA, 30 oct (Reuters) – Aunque los contagios de coronavirus se han desacelerado en Perú, los infectados bordean los 900.000 con casi 34.400 fallecidos y el Gobierno busca evitar un rebrote con algunas medidas como restringir las fiestas de Haloween y el cierre de cementerios.
El aumento de nuevos casos se desacelera gradualmente desde septiembre en la nación sudamericana tras reportar más de 10.000 contagios diarios a mediados de agosto; y más de 300 muertos por jornada a mediados de junio, según datos oficiales.
El jueves se registró 2.666 nuevos casos y 47 fallecidos.
Sin embargo, el Gobierno del presidente Martín Vizcarra ha dicho que no bajará la guardia y amplió esta semana el estado de emergencia hasta fines de noviembre, una medida que incluye el toque de queda nocturno, la prohibición de reuniones o fiestas y limitaciones al tránsito de personas en algunas regiones.
El gobierno ha invocado a no dejar salir a los niños a pedir caramelos en las calles el sábado cuando se celebra como en muchos países Halloween; tampoco ir a los cementerios el domingo a visitar a los difuntos por el Día de los Muertos y no festejar el día de la canción peruana durante el fin de semana.
Daniel Cáceda, gerente de la entidad que gerencia los dos mayores cementerios de Lima, dijo que los camposantos estarán cerrados el sábado y domingo, cuando estos lugares reciben alrededor de 100.00 personas que visitan a sus difuntos.
“Invocamos a la ciudadanía la que no acercarse a los comentarios porque no queremos que estos se conviertan en un foco de contagio. Habrá vigilancia policial en los alrededores”, advirtió el viernes el funcionario al canal América Televisión.
Los casos de coronavirus en el mundo aumentaron en más de 500.000 en un día por primera vez esta semana, para sumar 44,94 millones de contagios y 1,17 millones de muertos.
Perú es actualmente el quinto país con más contagios del virus en América Latina, luego de ocupar hace meses el segundo lugar con mas infectados en la región y el quinto en el mundo.
La ministra de Salud, Pilar Mazzetti, manifestó que las fiestas por Haloween también podrían generar contagios e invocó a la población para que los niños pueden disfrazarse dentro de sus casas y hacer reuniones por medios digitales con amigos.
“Nuestros niños en la calle tocan cosas, intercambian cosas, se cruzan con otras personas y pueden estar en riesgo”, dijo el jueves la ministra junto a Vizcarra en el Palacio de Gobierno.
La nación productora de minerales fue una de las primeras en Latinoamérica en imponer en marzo una estricta cuarentena para frenar la pandemia, pero desde mayo comenzó a levantar el confinamiento para reactivar la economía que según proyecciones caería este año un 12,7%, la más profunda en un siglo.
El mandatario Vizcarra ha suavizado en los últimos meses las restricciones y desde noviembre permitirá la reapertura limitada de las iglesias, los museos y el acceso -de lunes a jueves- a las playas; pero mantendrá el cierre de los bares y cines.
Vizcarra, que afronta además de la pandemia una turbulencia política por constantes choques con el Congreso opositor, ha dicho que el país debe aprender a convivir con esta “nueva normalidad” hasta que lleguen las vacunas en el 2020.
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(Reporte de Marco Aquino, Editado por Juana Casas)