La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) eligió el martes, de forma abrumadora, como presidenta a la canciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa Garcés, apenas la cuarta mujer en dirigir el organismo mundial de 193 miembros en sus 73 años de historia, pero la primera procedente de la región de América Latina y el Caribe.
Espinosa derrotó a otra mujer postulada para el cargo: la embajadora de Honduras ante la ONU, Mary Elizabeth Flores Flake, por una votación de 128 a 62 y dos abstenciones.
Espinosa sustituirá en septiembre al actual presidente del consejo, el eslovaco Miroslav Lajcak, quien lamentó que la ecuatoriana sea apenas la cuarta mujer en asumir el puesto.
“Francamente, 4 de 73 no es un récord del cual enorgullecerse, pero me alegro de que nos pongamos en marcha”, afirmó.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien derrotó a varias candidatas en su búsqueda del cargo y continúa el dominio masculino de la primera posición en la ONU, se hizo eco de Lajcak diciendo: “Podemos y debemos hacerlo mejor”.
La ministra ecuatoriana dedicó su elección a “todas las mujeres del mundo que hoy participan en política, que se enfrentan a ataques políticos y mediáticos marcados por el machismo y la discriminación”.
Espinosa dijo que su compromiso siempre será con las mujeres que luchan cada día por acceder a un empleo en igualdad de condiciones, a las víctimas de la violencia y a las que exigen acceso a la información y educación de calidad.
Si bien la presidencia de la Asamblea General es principalmente un cargo ceremonial, también es una posición prestigiosa.
Ese organismo mundial controla el presupuesto de la ONU, adopta tratados y aprueba numerosas resoluciones que, si bien no son jurídicamente vinculantes, generalmente reflejan la opinión mundial.
También es el órgano de la ONU donde los países grandes y pequeños pueden comunicarse y es escenario de la reunión anual de líderes mundiales cada septiembre.
La selección del presidente de la Asamblea sigue un sistema no escrito de rotación regional, por lo que tocaba el turno a América Latina y el Caribe. Este año la elección fue disputada por primera vez desde 1991, según la ONU, porque los países latinoamericanos no se pusieron de acuerdo sobre un candidato.
Espinosa Garcés recalcó después de su victoria que también será la primera mujer de América Latina y el Caribe en presidir la Asamblea a partir de septiembre. Indicó que mantendrá su promesa de una presidencia de puertas abiertas.
Por primera vez este año, el presidente saliente de la Asamblea, Lajcak, decidió seguir una nueva práctica que también se utilizó para elegir al secretario general Guterres.
Invitó a ambos candidatos a comparecer ante los miembros de la Asamblea durante dos horas el 4 de mayo para que presentaran su visión de la presidencia y responder a las preguntas de diplomáticos y representantes de la sociedad civil. Las cuestiones planteadas iban desde la prevención de conflictos y la financiación de los objetivos de la ONU para 2030 hasta la erradicación de la pobreza y la sustentabilidad del planeta, pasando por la transparencia en la oficina del presidente, las reformas de la ONU y la igualdad de género.
Espinosa Garcés se unirá a la corta lista de presidentas de Asambleas de la ONU, que comenzó en 1953 con la diplomática india Vijaya Lakshmi Pandit, hermana del primer ministro Jawaharlal Nehru y tía de la fallecida primera ministra Indira Gandhi.
Le siguieron Angie Elisabeth Brooks, de Liberia, en 1969; y Sheikha Haya Rashed Al Khalifa, de Bahréin, en 2006.
El secretario general de Naciones Unidas, el portugués Guterres, dijo que ya era necesario cambiar el hecho de tener apenas dos mujeres como presidentas en el último medio siglo.
“Ninguna mujer de mi propio continente, ni de Europa occidental ni de Europa oriental, ha ocupado nunca ese puesto”, afirmó.
El presidente Lenín Moreno felicitó a su canciller en Twitter, diciendo que es un honor para Ecuador tener a la primera mujer de la región de América Latina y el Caribe, en ocupar ese encargo.