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Brasil inició ayer una serie de debates televisivos donde los principales candidatos a la presidencia del país abordarán las cuestiones fundamentales de la campaña, aunque Luiz Inacio “Lula” da Silva, que lidera los sondeos, no podrá participar al estar encarcelado por corrupción.
Hasta el 7 de octubre, fecha de la primera ronda de los comicios, Brasil celebrará prácticamente un debate televisivo semanal, lo que refleja la importancia que la televisión tiene en un país de tamaño continental donde en zonas como la Amazonía, no siempre llega Internet.
Este jueves será la cadena Bandeirantes la que organice el debate de precandidatos, pues no todos registraron su candidatura en la Justicia electoral, donde la fecha límite es el 15 de agosto, en un primer coloquio que estará marcado por la ausencia del Partido de los Trabajadores (PT), de “Lula” da Silva, y las críticas a la gestión de Michel Temer.
El exsindicalista, que cumple una condena de 12 años y un mes por corrupción y lavado de dinero, pidió a la justicia que le permitiera participar en el debate de ayer, pero le fue negada la autorización, y tampoco el “número dos” de la candidatura, Fernando Haddad, exalcalde de Sao Paulo y posible candidato del PT si el expresidente es inhabilitado, estuvo presente.
El PT, que aspira a volver al poder tras la salida por un polémico juicio político de Dilma Rousseff en 2016, organizó en Internet un evento paralelo para participar de los temas del debate de ayer.
El encuentro televisivo sirvió para conocer la estrategia de campaña del segundo en las encuestas, Jair Bolsonaro, diputado y exmilitar de extrema derecha, cuyas posiciones están marcadas por polémicas y exabruptos, pero que cuenta con cerca de 20 por ciento del voto en los sondeos.
También Marina Silva, la ecologista y exministra del gobierno de “Lula”, que participa en su tercera elección, mostrará cuál es su estrategia de campaña en un país azotado por cuatro años de escándalos masivos de corrupción, recesión y aumento del desempleo.
El candidato de la derecha moderada (PSDB), Geraldo Alckmin, exgobernador de Sao Paulo, deberá también mostrar sus cartas ante su mala posición en los sondeos, que le atribuyen apenas cinco por ciento de los votos y, de confirmarse, dejarían a su formación fuera del segundo turno por primera vez en décadas.
El candidato gobiernista, el exministro de Hacienda Henrique Meirelles, deberá enfrentar un rechazo histórico de Temer para despegar del 1.0 por ciento que le atribuyen hasta ahora los sondeos.
