BEIRUT (AP) — Aldeas y pueblos en el bastión rebelde de Siria fueron bombardeados el jueves, dejando 10 civiles muertos, algunos de los cuales quedaron sepultados bajo los escombros de edificios destruidos, dijeron activistas y socorristas.
Los bombardeos destruyeron instalaciones en zonas controladas por la oposición en las provincias de Idlib, Alepo y Hama, donde viven unas 3 millones de personas.
Socorristas de la Defensa Civil Siria, conocidos como los Cascos Blancos, reportaron cuatro muertos en la aldea de Kfar Rouma y el pueblo de Maaret Numan en Idlib, y cinco muertos en el pueblo de Atareb y la aldea de al-Bawabiya, en Alepo.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos calculó el total de muertos en esas áreas en 11 y dijo que otra persona más murió en Hama.
Un video publicano en internet, muestra a socorristas sacando bloques de concreto y escombros con sus manos y martillos en un edificio destruido en Kfar Rouma para tratar de rescatar a gente sepultada. Cuando sacan a un niño, vistiendo pantalones de mezclilla y cubierto de polvo, se escuchan voces gritando, “Dios es grande”. Luego lo llevan a una ambulancia estacionada al lado de los escombros.
Los bombardeos son la parte de una ofensiva del gobierno en esa parte de Siria, que ha desplazado a cientos de miles de personas desde abril hacia el enclave. También ha atacado instalaciones y hospitales, táctica usada durante los ochos años de la guerra civil siria para desalojar las zonas de oposición.
Pese a la intensa violencia, la ofensiva del gobierno ha languidecido, con avance limitado de sus soldados, respaldados por bombardeos rusos, hacia la frontera del enclave, donde los combatientes principales están dominados por grupos milicianos.
Pero la violencia ha tenido repercusiones fatales entre los civiles. La ONU dijo el jueves que al menos 400 personas murieron por la violencia mientras que 440.000 personas fueron desplazadas entre fines de abril y el 14 de julio.
La organización Save the Children y una entidad local asociada, Hurras Network, dijo que al menos 90 niños fueron asesinados durante el violento ataque de tres meses en el enclave ubicado en noroeste del país.