La cifra de heridos por el sismo de magnitud 5.9 que sacudió ayer la región de Tazeh Abad, en la provincia de Kermanshah, en el oeste de Irán, se elevó a 132, mientras varios edificios sufrieron daños, sobre todo en zonas rurales, reportaron autoridades locales.
El epicentro del movimiento telúrico tuvo lugar en la ciudad de Tazeh Abad, donde se registró la mayor parte de las víctimas, y a donde fueron enviados los equipos de rescate, informó el gobernador de la provincia de Kermanshah, Houshang Bazvand.
La Sociedad de la Media Luna Roja Iraní, citada por la agencia de noticias FARS, precisó que 80 de los lesionados se produjeron en Tazeh Abad, 12 en Sar Pole Zahab y el resto en áreas cercanas a la ciudad de Salas Babajani.
El sismo, seguido de réplicas leves, también causó daños en las ciudades de Sarpol-e Zahaband y Eslamabad-e Gharb, donde los residentes salieron de sus viviendas y centros de trabajo.
El movimiento telúrico fue sentido en las provincias vecinas de Kordestan, Lorestan e Ilam, así como en algunas regiones fronterizas de Irak.
El director de la agencia a cargo de emergencias, Pirhossein Kolivand, dijo que varios helicópteros sobrevolaban las zonas afectadas y que los hospitales cercanos están listos para recibir a cualquier víctima.
Horas antes, otros dos sismos fueron registrados en la provincia de Hormozgan, sin causar víctimas, sólo algunos daños menores, según la agencia iraní de noticias IRNA.
El primer temblor tuvo una magnitud de 4.6 y estremeció a la aldea de Ruydar en la provincia de Hormozgan a unos 940 kilómetros al sur de la capital Teherán.
Poco después hubo otro de 5.4, según el Servicio Sismológico de Estados Unidos, aunque la agencia semioficial fijó la magnitud en 5.7.
Los tres movimientos tuvieron una profundidad leve que no pasó de los 10 kilómetros por lo cual causaron más daños que víctimas.
En los últimos meses, Irán ha sido sacudido por varios sismos, uno de ellos de magnitud 7.3 que en noviembre pasado azotó la occidental provincia de Kermanshah y causó más de 550 muertos y unos nueve mil heridos.
Irán está situada sobre varias fallas tectónicas, por lo que son relativamente frecuentes los sismos, como el de 2003 en la ciudad de Bam, en el sureste, que dejó al menos 31 mil muertos.