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El presidente del Tribunal Regional Federal de la cuarta región (TRF4) de Brasil, Carlos Eduardo Thompson, ordenó que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva permanezca en prisión, tras una escaramuza legal entre magistrados, uno de los cuales ordenó liberar al político.
La decisión de Thompson fue emitida luego que el juez de turno Rogério Favreto aceptara un recurso de diputados del Partido de los Trabajadores (PT) a favor de Lula y ordenara su liberación inmediata, y que su colega Gebran Neto emitiera una disposición en contra para impedir la excarcelación del exmandatario.
Ante la expectativa de que Lula pudiera ser liberado, miles de simpatizantes del exmandatario se congregaron ante la sede de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba, donde el expresidente permanece recluido, y frente al Sindicato de Metalúrgicos en Sao Bernardo, estado de Sao Paulo, un bastión de Lula.
Sin embargo, la intervención de Thompson en el conflicto impidió la excarcelación de Lula y dejó el caso en manos de Neto, informó la noche de ayer un despacho de la Agencia Brasil de noticias.
Lula permanece preso en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba desde el 7 de abril por orden del juez Sergio Moro, luego de ser condenado a 12 años de prisión por cargos de corrupción, pero ayer Favreto consideró que la prisión de Lula carece de fundamento.
El exmandatario y el PT aseguran que el proceso y la condena en su contra tienen móviles electorales, para impedirle competir por la reelección en los comicios presidenciales de octubre próximo, en los que el expresidente es favorito en los sondeos de intención de voto.
Moro, quien está de vacaciones al igual que su colega el juez Neto, argumentó que Favreto carecía de competencia en el caso del expresidente, en tanto que el Ministerio Público Federal presentó un recurso en contra de la liberación de Lula, pero Favreto reiteró la orden de liberación inmediata del expresidente.
Favreto concedió un recurso de hábeas corpus presentado por diputados del PT, y determinó que Lula debe ser puesto en libertad de inmediato, este mismo domingo, por no haber fundamento jurídico para su encarcelamiento.
Sin embargo, el juez Moro, quien encabeza el proceso anticorrupción Lava Jato y es el principal responsable de la prisión de Lula, alegó que su colega Favreto carece de competencia en el caso, y que su decisión “atropella” al Supremo Tribunal Federal y relega al magistrado Neto, encargado del tema.
“Es una insubordinación comandada por el juez Sérgio Moro e implica al delegado de la Policía Federal, que se está negando a cumplir la decisión (de Favreto). Incumplir una orden judicial es un crimen”, indicó el diputado Wadih Damous, citado por la emisora Radio Brasil Actual.
Mientras que miles de simpatizantes de Lula aguardaban la eventual liberación del exmandatario, la presidenta nacional del PT, la senadora Gleisi Hoffmann, afirmó en Sao Bernardo que la negativa de la Policía Federal a acatar la orden de Favreto obedece al “miedo” a que Lula sea reelecto en octubre.
La situación “no va a acabar bien” para Brasil si Lula sigue preso, dijo la dirigente del PT, quien sostuvo que “Lula va a ser inscrito candidato y vamos a hacer todo para elegirlo presidente”.
