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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el cierre de la delegación palestina en Washington y amenazó con acudir a la Corte Penal Internacional en un intento por obligar a la autoridad palestina, que se niegan a aceptar un plan de paz y a la que acusó de no haber dado pasos para retomar las “negociaciones directas y significativas” con Israel.
La administración del republicano informó a los líderes el cierre de la oficina de representación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que hace las veces de misión diplomática.
El Departamento de Estado confirmó que la decisión se debe a que “la OLP no ha dado pasos para avanzar hacia el inicio de negociaciones directas con Israel”.
La nueva medida de presión se suma a la declaración de Jerusalén como capital de Israel y al traslado de la Embajada estadounidense a la Ciudad Santa, así como al recorte de los fondos que EU aporta al sostenimiento de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), y a la cancelación de ayuda humanitaria para mantener hospitales y servicios sociales esenciales.
La diplomacia estadounidense argumentó que la OLP habría iniciado los trámites para tratar de que la Corte Penal Internacional (CPI) abra una investigación por crímenes de guerra contra Israel.
Algo que, para EU, figura entre los motivos para cerrar la oficina de representación palestina.
Según Washington, los palestinos “han condenado un plan de paz que ni siquiera han visto”.
El secretario general de la OLP, Saeb Erekat, denunció en un comunicado la “peligrosa escalada” en las medidas de presión de Trump.
Washington ya decretó un cierre temporal de la misión palestina en noviembre del año pasado.
Husan Zomlot, representante diplomático palestino en la Unión Americana, confirmó que Palestina va a urgir a la CPI para que abra dicha investigación.
Llamó a los palestinos residentes en Estados Unidos a colocar banderas palestinas en sus casas en todo el país. “Cada casa será ahora nuestra Embajada”, enfatizó.
Zomlot calificó de “declaración de guerra temeraria a los palestinos” la clausura de la oficina.
“Se trata de una nueva muestra de la política de castigo colectivo practicada por la Administración Trump contra el pueblo palestino, al que ya cortó la ayuda financiera para servicios humanitarios”, agregó Saeb Erakat, diplomático de la OLP.
“Estados Unidos busca desmantelar el sistema internacional para tapar los crímenes israelíes”.
