El menor de edad que se encontraba en la escena del doble homicidio ocurrido la semana pasada en la colonia Granjas Banthí fue puesto a resguardo del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF) debido a que durante la revisión del caso se detectaron múltiples modos de omisión de cuidados por parte de su progenitora.
Luego de que se suscitó el asesinato de dos sujetos en un inmueble ubicado en la calle san Martín de esta colonia, se inició el análisis del historial de la familia que habitaba en el lugar, debido a que la mujer que fungió como primer testigo refirió que había invitado a los occisos a consumir bebidas embriagantes y una droga conocida como “crystal”, mientras su hijo, un niño de cuatro años, estaba presente en la casa.
Por ello, de manera paralela a la investigación desarrollada por la Fiscalía General del Estado por el homicidio y presunto narcomenudeo, se iniciaron las labores por parte del SEDIF para atraer este caso.
A través de entrevistas con el infante, de quien no se puede rebelar el nombre por protección, se determinó que el menor era sometido a actos violentos por quien él identificaba como su papá y que presumiblemente era la pareja sentimental de su mamá, una joven de 23 años de edad.
De igual manera, el niño aseguró que no había sido llevado a la escuela, de manera adicional al ambiente en que vivía.
Por el momento, no ha sido posible determinar su situación jurídica debido al proceso penal en el que está involucrada su madre, y al análisis que deberán realizar los especialistas adscritos a este organismo descentralizado.