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POR GABY HERNÁNDEZ
Al menos tres acaparadores de granos de consumo básico operan en San Juan del Río, uno de los municipios que concentra mayor actividad agrícola en Querétaro, señaló el presidente de la Unión de Ejidos “Adolfo López Mateos”, Fidencio Romero Martínez.
Destacó que la operatividad de este tipo de empresas genera abaratamiento del precio de granos, particularmente del maíz, lo que afecta a los productores pequeños de este municipio y algunos otros del estado, como Pedro Escobedo.
El presidente de la Unión de Ejidos aseguró que los campesinos deben invertir hasta 10 mil pesos por hectárea para la siembra y cultivo de estos productos, mientras que reciben en pago entre dos mil 800 y tres mil pesos por tonelada.
Detalló que el rendimiento de la producción es de hasta 2.5 toneladas por hectárea, es decir, que los agricultores reciben hasta siete mil pesos en pago por la cosecha que obtienen en cada ciclo de siembra, por lo que cada vez es más frecuente el uso de créditos para el financiamiento de sus cultivos.
“Considerando todos los trabajos e insumos, la producción de una hectárea se lleva 10 mil pesos o más, hablando de las tierras de temporal, que dan una producción de 2.5 a 4 toneladas de maíz, y se la pagan a menos de tres mil pesos; dos mil 800 pesos. No es rentable”, dijo.
Estimó que el precio de venta al mercado por parte de los intermediarios es de hasta cinco mil pesos por tonelada, por lo que obtienen ganancias de casi el 70 por ciento, respecto al precio que pagan a los productores agrícolas de San Juan del Río.
“Eso se da año con año, en San Juan del Río hay mínimo tres especuladores que acaparan los granos, bajan el valor y lo venden a más de cinco mil pesos la tonelada y los que ganan son los acaparadores que aprovechan recursos que vienen para el almacenamiento de los granos”.
Debido a los compromisos adquiridos con agiotistas, usualmente los ejidatarios permiten la compra de sus productos a bajos costos, con tal de dar continuidad a sus ciclos de siembra y cubrir las deudas, por lo que consideró necesario que se establezcan políticas de apoyo real a los campesinos en la región.
Dijo que la entrega de recursos a través de programas como Procampo no son suficientes para los pequeños productores, ya que se les otorga hasta mil 250 pesos por hectárea, es decir, apenas el 12 por ciento de lo que requieren para iniciar sus cultivos.
En dos años, el aumento de combustibles y el panorama financiero nacional ha causado el aumento en el costo de insumos básicos para el cultivo de maíz, como combustibles, insecticidas, herbicidas, pesticidas, así como maquinaria y herramientas.
“El precio de los granos, se mantiene y los insumos aumentan, desde 20 a 50 por ciento. Eso es lo que hace incosteable el trabajo del campo. El principal factor es que haya precios de garantía, principalmente para los ejidatarios”, lamentó.
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