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Los privilegios a servidores públicos del país es un costo que los ciudadanos no deben pagar, consideró el candidato al Senado de la República por la coalición Juntos Haremos Historia, Gilberto Herrera Ruiz.
Los políticos salen muy caros porque se les paga chofer, carro oficial, gasolina, celular, comidas y en muchos casos hasta la servidumbre y escoltas a los hijos, lo que sale más costoso que el salario de los mismos, destacó el exrector de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
“A veces nos enfocamos al salario sin pensar que sale más costoso todo lo de alrededor porque además les pagamos restaurantes donde van a comer los empleados normales”, indicó.
Herrera Ruiz comentó que los salarios son suficientemente buenos como para todavía pagarles lo demás, al asegurar que los recursos erogados en privilegios deben ser redireccionados a sectores como educación, salud y campo.
Asimismo, recordó que durante su periodo como rector de la máxima casa de estudios del estado se quitaron privilegios a funcionarios de la institución y hasta el momento sigue operando de dicha manera.
En caso de llegar a ser senador, el candidatos por Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Partido del Trabajo (PT) y Partido Encuentro Social (PES) aseveró que se limitará a recibir recursos para atender sus funciones.
“Por ejemplo, el seguro de gastos médicos no es necesario, por eso está salud pública. Si uno quisiera tener salud, lo puede pagar; con ese tipo de cosas se consiguen ahorros que pueden redireccionarse a otras áreas donde más se necesite”, dijo.
El aspirante añadió que no se puede hablar de un país donde la mitad de la gente está en pobreza y una pequeña cantidad de la élite de políticos vive con privilegios con los que no cuentan ni funcionarios públicos de otros países.
Las pensiones presidenciales también deben limitarse porque son demasiado onerosas. Los exmandatarios federales pueden tener pensión digna sin llegar a los cinco millones de pesos mensuales que hoy se contabilizan por tal concepto.
Incluso, el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia comentó que a muchos expresidentes de la República no les afectaría no recibir dicha pensión porque a lo largo de su vida tienen la posibilidad de hacer una economía propia. “Darles pensión digna de acuerdo con la labor que cubrió, no sólo como presidentes, sino la vida que sirvió al país”, apuntó.
Únicamente 30 por ciento de los mexicanos tiene algún tipo de pensión, de los cuales 22 por ciento tiene afiliación con alguna afore y ocho por ciento alcanzó una pensión antes de la reforma a la legislación.