Con el propósito de insertar a la vida laboral a personas con discapacidad, la asociación civil Armonía con Sol y el Servicio Nacional de Empleo (SNE) conformaron el primer grupo de capacitación dirigido específicamente a este sector.
El instructor de este proyecto y director de Armonía con Sol, Andrés Otokani Ávarez García, señaló que a través del programa lograron colocar a 16 personas con discapacidad que laboran desde hace aproximadamente dos semanas en nueve empresas de San Juan del Río.
El programa Bécate permite la inserción a prueba de los beneficiarios en el campo laboral, ya que por un mes son puestos a prueba y capacitados, mientras el gobierno absorbe los gastos y las empresas determinan si es viable la contratación definitiva del personal.
A pesar de esto, Andrés Otokani Álvarez lamentó que al menos seis empresas rechazaron participar para permitir esta experiencia a quienes integran el primer grupo.
“Se les capacita durante un mes y lo que hicimos fue gestionar a todos, buscar a las empresas para darles la opción de que pudieran laborar, pero muchas veces las empresas no quieren participar, aunque no les paguen ellos, temporalmente lo paga el gobierno, pero tienen cierto rechazo”, dijo el instructor.
Una de las negativas más recurrentes es la falta de instalaciones adecuadas en las empresas para permitir la movilidad de quienes tienen alguna discapacidad o para garantizar su seguridad.
“Aunque el programa da la facilidad para que tengan un seguro que cubra cualquier cosa que pase dentro del trabajo, las empresas no quieren participar en este tipo de proyectos”, aseguró.
Este programa permite el desarrollo de las personas que tienen alguna discapacidad, pues los obliga a interactuar de manera recurrente.
Las empresas que participan para la capacitación con este grupo son principalmente de servicios, como restaurantes, panaderías, cooperativas y acuáticas, donde otorgan diversas responsabilidades a los beneficiarios del programa.
El seguimiento es constante con el objetivo de verificar los resultados y facilitar adaptarse a los entornos. Jorge Luis Muñoz, participante del programa Bécate, aseguró que al menos siete meses estuvo desempleado.
En su trabajo anterior no tuvo el respaldo de sus empleadores y por cuestiones de salud fue despedido de la empresa. “Me gusta este trabajo donde seco, lavo trastes, limpio los vidrios, barro, hago de todo”, comentó.
José Luis tiene 29 años de edad y presenta dificultad en el habla, lo que ha dificultado su permanencia en otros trabajos. Rafael Carranza García, de 50 años de edad, sufrió un accidente automovilístico que le causó daños en la pierna derecha, lo que provocó la pérdida de su trabajo anterior. “No tuve suerte en ninguna de las empresas.
Yo trabajaba para el DIF en la Ciudad de México, pero luego del accidente perdí mi trabajo y por la edad y la discapacidad es difícil ser contratado “, relató.
En casi dos años presentó solicitudes en 15 empresas de San Juan del Río, sin obtener una respuesta positiva, por lo que invitó a que amplíen espacios laborales.