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Cambio climático provoca aumento de insecto descortezador

Un monitoreo realizado por la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), en conjunto con otras instituciones, alertó que con el aumento de la temperatura que acarrea el cambio climático mundial, se potencializa en los bosques templados de México el surgimiento de plagas, como la del insecto descortezador.

El investigador de la Facultad de Ciencias Naturales (FCN) de la UAQ, quien encabezó el proyecto, Víctor Hugo Cambrón Sandoval, informó que el monitoreo comenzó hace más de dos años y operó en 11 estados de la República.

El trabajo se realizó en Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Jalisco, Chihuahua, Coahuila, Durango y Estado de México, con importante producción maderera.

Cambrón Sandoval informó que el propósito de la investigación fue analizar el entorno biótico y abiótico que permitiera explicar la ausencia o presencia de las poblaciones de insectos descortezadores en sitios prioritarios y de esta forma, conocer el comportamiento actual y predecir el futuro de dichas poblaciones.

Manifestó que el estudio permitió observar que la humedad y la temperatura son factores decisivos en la vulnerabilidad de los árboles a las plagas, en particular a estos insectos, por lo que se pudo determinar áreas de riesgo, en donde se pueden implementar mejores estrategias de manejo de los bosques.

Describió que los insectos descortezadores atacan árboles vivos, hacen sus galerías debajo de la corteza y se alimentan de floema (tejido vegetal) de los pinos, pero cuando son muy abundantes, las diferentes especies pueden invadir árboles vigorosos; por lo que representan un riesgo tanto medioambiental como económico.

Cambrón Sandoval dijo que en México se encuentran 11 especies de insecto descortezador y se distribuyen en Aguascalientes, Colima, Chiapas, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Edomex, Michoacán, Morelos, Nuevo Léon, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.

El especialista de la UAQ adelantó que el siguiente paso es generar un manual de mejoramiento de prácticas forestales, manejo silvícola y reforestación, que ayude a que el riesgo sea considerablemente menor.