Las capillas familiares otomíes de Santiago Mexquititlán, Amealco, usualmente utilizadas como parte de las tradiciones por el festejo del Día de Muertos en esta zona indígena del estado, están en riesgo de pérdida, alertó la cronista del municipio, Virginia Chaparro.
Estas construcciones hechas con adobe datan del siglo XVIII y forman parte de la cultura y tradiciones que distinguen al pueblo Otomí asentado en esta región, debido a que las ofrendas y rezos dirigidos a los ancestros y las almas del purgatorio en el marco de esta temporada, son uno de los signos ceremoniales más distintivos de esta cultura.
La falta de mantenimiento, cambio de religión y distanciamientos entre los miembros de las familias asentadas en los barrios de Santiago Mexquititlán han provocado que cerca de 30 capillas se encuentren en riesgo de derrumbe, o que incluso ya tengan pérdidas parciales, señaló la cronista.
Durante el censo impulsado por investigadores en el año 1985, se detectaron 80 capillas familiares en esta región, erigidas a partir del año 1780, según las estimaciones que tienen por los registros de los planos de templos principales.
“Las más antiguas ya hasta se cayeron, no ha habido manera de que las restauren. Tengo un plano de cuando están construyendo el templo y tiene fechas de 1780 aproximadamente. Asumimos que desde ahí se empezaron las capillas”, comentó Virginia Chaparro.
Sólo algunas de las capillas otomíes están registradas en el catálogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por lo que no todas podrían tener la protección de esta instancia federal para su preservación.
Durante la administración anterior, se impulsaron los trabajos con el apoyo de Aurelio Sígala, quien anteriormente ocupó la Delegación estatal de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), para buscar la protección de estos templos y fomentar la preservación de las tradiciones en este pueblo, sin embargo estos esfuerzos no fueron suficientes para lograr la conservación de las capillas.
A partir de la información registrada en el censo de 1985, la cronista impulsó un nuevo censo para presentar esta información ante la comunidad científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En esta inspección se detectaron 25 capillas, sin embargo se estima que en esta región existen aún alrededor de 50.
“Están en el catálogo del INAH pero no todas y muchas se han perdido porque las familias ya no las siguen conservando, o se distancian las familias o porque sus miembros han cambiado de religión (…) las capillas ya no se conservan, no se sigue la tradición o porque no ha habido el fomento a la cultura”, dijo.
En el Museo Regional de Querétaro está la capilla de una familia que donó voluntariamente tras cambiar de religión, y esta es una muestra de las fachadas que existen aún en Santiago Mexquititlán.
La mayor parte de estas capillas están distribuidas en el barrio segundo, barrio tercero y barrio primero, que son los que tienen mayor participación de los habitantes para la preservación de estas tradiciones. En el barrio cuarto de Santiago, hay también algunos ejemplares, aunque en menor cantidad.