Un cigarrillo electrónico explotó, nuevamente, en la bolsa del pantalón de un hombre quien terminó con quemaduras graves.
El empleado de una tienda de Nueva York platicaba tranquilamente con sus compañeros cuando ocurrió el incidente.
En la grabación se observa como la gente que rodeaba al afectado aplicó al pie de la letra el popular refrán que reza: “más vale que digan aquí corrió que aquí quedó”.
El abogado de Otis Gooding, de 31 años, informó a medios estadounidenses que su cliente tuvo que ser internado en el Centro Médico Weill Cornel pues las quemaduras de tercer grado requieren intervención quirúrgica.
Por Capital México