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Las pérdidas materiales causadas por el incremento del nivel de agua en el río San Juan durante la madrugada del miércoles son incalculables, aseguró el gobernador del estado, Francisco Domínguez Servién, durante el recorrido que realizó por algunas de las colonias que resultaron más dañadas por inundaciones.
Se estimó que centenas de familias abandonaron sus viviendas en colonias como La Rueda, Country Club, Alamedas, Arboledas, El Espárrago y Bosques de San Juan, como consecuencia de la creciente del caudal. Los primeros reportes por afectaciones a las viviendas tras el ingreso de agua se generaron en la noche del martes, por lo que elementos del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Juan del Río, la Unidad Municipal de Protección Civil, y ciudadanos iniciaron el rescate de personas que quedaron atrapadas.
En su reporte inicial, las autoridades municipales señalaron que esto había sido ocasionado por el desfogue no controlado por parte de la Comisión Nacional de Agua (Conagua) en la derivadora Lomo de Toro; incluso afirmaron que de este vaso salían hasta 150 metros cúbicos por minuto.
Después de casi 90 minutos transcurridos, el nivel del agua en las calles empezó a ceder; sin embargo, conforme avanzó el flujo provocó daños en los otros puntos.
Poco después de las 01:00 horas los habitantes de La Rueda, quienes reportaron más daños, iniciaron las evacuaciones debido al ingreso del agua en algunas viviendas de este fraccionamiento, que está ubicado junto a la rivera.
A pesar de que en esta colonia las inundaciones son frecuentes, debido a que su construcción fue aprobada en una zona de riesgo (a un costado del río y bajo torres de alta tensión), este fenómeno sorprendió a los habitantes.
“El agua ya me llegaba casi a la rodilla, yo alcancé a salir y les dije a mis vecinos que se fueran también pero no quisieron, porque andaban diciendo que les iban a robar las cosas.
Yo avancé como pude, el agua ya casi me llegaba al motor”, comentó Antonio García, uno de los afectados. La movilización inicial se realizó con el apoyo de algunos ciudadanos que acudieron para apoyar a los vecinos que no lograron salir a tiempo de la zona.
“Estaba esperando a mi hermano, que se metió a apoyar, y llegó un amigo que nos pidió que lo ayudáramos a sacar a una muchacha que se quedó adentro de una casa y había un pequeño espacio, en el que podía caber yo”, afirmó Alejandra de la Cruz Aguilar, una chica de 23 años que colaboró con los rescates.
Alrededor de las 8:00 horas, elementos de la policía municipal, estatal y del Ejército Mexicano colocaron barreras para agilizar las labores de rescate; alrededor del único acceso, un puente de dos carriles, había al menos un centenar de colonos pidiendo entrar por sus cosas o por familiares.
Sobre las azoteas, los damnificados esperaron el ingreso de los cuerpos de emergencia para su rescate; en ese momento el agua cubrió más de metro y medio de altura, y fluyó hacia este fraccionamiento.
Cabe mencionar que a pesar de la disponibilidad que mostraron los elementos del Cuerpo de Bomberos, no contaban con el equipo adecuado para ayudar, por lo que el apoyo con lanchas y equipos acuáticos lo realizaron otras corporaciones.
Después de las 14:00 horas, bajaron los niveles del agua, aunque todavía cubría parcialmente el torso de los bomberos, policías, paramédicos y vecinos, mientras sacaron a adultos mayores, niños, mujeres e incluso perros y gatos que se resguardaron en los muros.
Al llegar el gobernador, quienes estaban aún en el acceso a su colonia lo encararon para exigir una solución por los daños causados a su patrimonio tras la inundación.
En este lugar, tras haber realizado un recorrido con integrantes del gabinete de Gobierno del Estado, Francisco Domínguez se comprometió a dar seguimiento semanal al avance que se tenga para la recuperación de la zona afectada.
Durante la jornada, se evacuaron a más de 364 personas de esta colonia; sin embargo, no se cuenta con la cifra exacta de las personas que resultaron afectadas.
