Al año se celebran 5 mil 500 matrimonios en Querétaro, de los cuales entre 1 y 4 terminan en la anulación, mientras que de cada 100 bodas civiles, 30 concluyen en divorcio, indicó Jaime Gutiérrez Jiménez, presidente de la Comisión de la Familia, Juventud, Adolescentes, Laicos y Vida de la Diócesis del estado.
“Ahora nos encontramos de 28 a 30 cada 100 civilmente hablando. Matrimonios eclesiásticos tenemos la cuenta de que son 5 mil 500 al año en la Diócesis en promedio”, refirió.
Mientras que al año, la Diócesis de Querétaro analiza de 20 a 30 solicitudes de nulidad del matrimonio.
Refirió que las principales causas para que las parejas soliciten una nulidad de su matrimonio son la falta de dialogo o comunicación, de entendimiento, problemas económicos y discusiones por los hijos.
Puntualizó que cada Diócesis cuenta con un Tribunal Eclesiástico en el cual se atiende a las personas que consideran que su matrimonio no es viable.
“Antes era un proceso largo, el papa Francisco ahora ha pedido que se le dé celeridad, que en un año o máximo dos años se resuelva el asunto, antes se tardaban 10, 12 años”, detalló.
El vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, agregó que hace años, los casos de nulidad matrimonial se analizaban en Roma a través de una investigación.
Indicó que las causas de nulidad matrimonial son cuando la persona aceptó la unión bajo presión física o psicológica, cuando una de las partes tiene otra relación emocional previo al matrimonio y debido a que la persona no está madura emocionalmente.
“El año pasado me tocó declarar nulo un matrimonio, tenemos casos que se van desahogando paulatinamente y cuando llegan a su final, se declara, se hace una publicación parroquial”, aseveró.
Gutiérrez Jiménez aseguró que cuentan con consultoría matrimonial, en donde dan consejos a las parejas para que mejoren su convivencia.
“El Papa Francisco nos ha pedido un catecumenado al matrimonio, es decir un camino de preparación más grande, más fuerte, con más consistencia y que no sea un acompañamiento solo de unas catequesis prematrimoniales, sino que se inicie desde antes, acompañando a quien desea contraer matrimonio e inclusive desde nuestros niños que están en el catecismo”, finalizó.