En menos de un año han fallecido dos personas a causa de las bacterias impregnadas en el aire por el relleno cercano a la comunidad de La Esperanza, ubicada en este municipio, dijo delegado de la localidad, Juan Carlos Piña Capetillo.
Una de las personas que presuntamente fallecieron por padecimientos derivados de esta contaminación, era habitante de dicha comunidad, mientras que la otra vivía en El Blanco, detalló.
Señaló que estudios realizados por especialistas revelaron que el agua subterránea de la zona también está contaminada debido a que el relleno no cuenta con las geomembranas estipuladas por ley para cubrir los mantos acuíferos de los espacios destinados para el confinamiento de residuos sólidos urbanos.
Eso provoca que los escurrimientos derivados de la descomposición de estos desperdicios, también conocidos como líquidos lixiviados, lleguen hasta el subsuelo, lo que hará en un futuro el agua de los pozos no sea apta para consumo humano, por ello los investigadores recomendaron a la comunidad ingerir agua de garrafones.
“Estamos preocupados, estamos temerosos de que ya no podamos consumir esta agua. Todas las personas de ahí no tenemos la capacidad económica para estar comprando aguas de garrafón para todo el consumo”, manifestó el delegado.
Piña Capetillo comentó la probabilidad de que cierren el relleno sanitario de acuerdo a lo que le han comentado las autoridades gubernamentales, ya que no cuenta con las normas requeridas para operar.
SIG