Los queretanos recordaron 207 años de la lucha de Independencia, un hecho histórico importante por la valentía de los héroes que lograron la libertad.
El desfile del 16 de septiembre es parte de las costumbres y tradiciones que comparten los mexicanos en todos los estados de la República, pero en el caso de Querétaro los charros, estudiantes y soldados vistieron del tricolor la avenida Zaragoza.
A las 11:00 horas de este sábado, el gobernador del estado, Francisco Domínguez Servién, arribó al templete en Zaragoza, en el Centro Histórico, acompañado de diversos servidores públicos.
Poco después, motociclistas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) dieron paso al contingente que inició con la bandera monumental, seguido del agrupamiento de escoltas, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Policía Federal y la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Querétaro.
Las instituciones educativas que desfilaron fueron encabezadas por el colegio militarizado Nuevo México, secundarias técnicas, secundarias generales e instituciones de educación media superior.
Mientras, los estudiantes marchaban utilizando el uniforme limpio, como cada año, tratando se mantener piso firme y, al mismo tiempo, sonreír a las cámaras de los familiares.
Los asistentes se acomodaban a las orillas de la avenida en grupos de padres e hijos.
Al mismo tiempo, el Ejército Mexicano dio un mensaje de apoyo a las víctimas del terremoto en Chiapas y Oaxaca, evento en el que los asistentes reconocieron la necesidad de apoyar a los hermanos mexicanos tras la tragedia.
Los aplausos no cesaron mientras participaban las bandas de guerra, además no dejaron de admirar los vehículos militares y la demostración de los elementos de la policía municipal con el grupo táctico K9, quienes presumieron a los caninos entrenados.
Quien se ganó toda la atención de los pequeños y adultos fue el contingente de la Unión de Asociaciones de Charros, que portando sombreros, chaparreras y riatas brindaron un espectáculo lleno de magia y tradiciones.
El desfile conmemorativo en la ciudad de Querétaro duró poco más de una hora y los espectadores concluyeron disfrutando de algún rico antojito mexicano.