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La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación por un caso de violencia obstétrica registrado en el Hospital General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), que derivó en la muerte de un bebé en la ciudad de Querétaro.
La queja fue presentada en un inicio ante la Defensoría de Derechos Humanos de Querétaro (DDHQ), luego de que personal médico cometió diversas anomalías para brindar atención a una derechohabiente que ingresó con labor de parto.
El 25 de octubre de 2015, alrededor de las 15:00horas, una joven de 26 años ingresó al hospital con poco más de 39 semanas de gestación y en labor de parto, por lo que fue internada para su valoración médica y la del producto.
Tras la revisión realizada por el médico a cargo, se determinó aplicar al menos cinco dosis de oxitocina, una hormona utilizada para provocar contracciones uterinas e inducir el parto.
La paciente permaneció sin supervisión médica al menos cuatro horas. Dicha sustancia puede afectar la frecuencia cardiaca fetal, lo que hace necesario monitoreos constantes para atender efectos que pudiera reportar.
Alrededor de las 20:00 horas se registró que la actividad cardiaca del feto había disminuido considerablemente y determinaron que debía practicarse una cesárea de manera urgente.
Debido a la hora en que se tomó la decisión, el hospital no contaba con anestesiólogo, por lo que se trasladó a la joven al Hospital del Niño y la Mujer.
A su llegada al centro médico, especialistas notificaron que el bebé no presentaba signos vitales.
Tras la intervención, se realizó una valoración psicológica a la paciente, quien mostraba depresión.
El organismo determinó que el personal violentó de manera multifactorial a la paciente en su derecho a la salud y a una vida libre de violencia, por lo que solicita que brinde atención psicológica a la paciente y a su esposo.
