Las empresas de capital mexicano sólo representan entre 4 y 8 por ciento de la proveeduría de la industria automotriz en el país, situación que no ha cambiado desde hace ocho años, afirmó René Mendoza Acosta, coordinador nacional de la Cadena de Proveedores de la industria en México (Capim).
Así lo señaló, tras anunciar el 2° Foro de Proveeduría Indirectos y MRO, donde se buscan más de 3 mil 500 millones de dólares en oportunidades de negocio y 2 mil 500 citas de negocios con 3 conferencias de talla internacional y seis capacitaciones técnicas.
“En la cadena automotriz hay una integración que varía entre el 30 y el 60 por ciento, aquí el problema es que el que hace las partes aquí no es mexicano, pero cuando hablas de consumo nacional -cuánto es de empresas de capital nacional- baja del cuatro al ocho por ciento”, dijo.
Obtener certificaciones de calidad como un sistema de mejora continua es el reto de la industria nacional, ya que sólo el 60 por ciento de los proveedores que le venden a la industria no está certificado, sin embargo, muchas veces quienes la obtienen no la sostienen.
“Para que una empresa multinacional te considere realmente en serio como un proveedor grande te va a pedir una certificación. El modelo de las certificaciones de calidad lo que hacen es ayudarte a que tengas un control de tu negocio”, puntualizó Mendoza Acosta.
Una certificación ayuda a controlar costos y operaciones; en medida en que se implementa un sistema de calidad y se le da un real seguimiento, una empresas se vuelve más productiva y eficiente, lo que se traduce en mas ganancias, añadió el coordinador de Capim.